(Segunda Parte). Continuamos acosejándote sobre paseos y lugar a los que puedes ir en tu recorrido por las playas de Bilbao
Caminar desde el Puente Colgante de Las Arenas hasta la playa de Ereaga es un bonito paseo por el muelle junto al mar, con la recompensa de que al llegar a Algorta puedes tomar unos deliciosos aperitivos en el bar Arrantzale del Puerto Viejo donde los magurios o caracolillos de mar son altamente recomendables. Aquí también se puede comer muy bien.
Si subes las interminables escaleras de este pequeño puerto, llegas al centro de Algorta, con su antigua plaza en donde está la iglesia de San Nicolás, patrón de marineros y pescadores. Para comer bien, el Karola Etxea (requiere reservación) no tiene igual. Pero para ver las playas más espléndiddas hay que ir más lejos aún. El mismo sistema de metro te lleva hasta Plencia, 30 kilómetros de Bilbao, un pueblo de pescadores que también tiene ría, lugar ideal en el verano por su bahía de aguas tranquilas y playas de arena blanca.
Desde Plencia hacia Bilbao están Barrika, Urduliz, Sopelana, Larrabasterra y Berango; toda esta costa es de mar abierto, con altos acantilados que permiten la práctica del vuelo con ala delta o en parapente, y en los días de condiciones adecuadas hay grandes olas apreciadas por surfistas del mundo entero. Sobre los acantilados hay caminitos por donde pasear durante horas, similares a los que se encuentran en la costa británica.
Para comer (de nuevo) delicioso pescado ( croquetas, y morcillas asada, y pimientos del país cuando es época, y las setas al ajillo)—hay que visitar el restaurante Heidi, sobre los acantilados de Barrika. Cruzando la carretera, muy cerca del Heidi, puedes tomar una copa en el Golfo Norte, un bar con mesas de billar, enorme terraza y disfrutar de una hermosa puesta de sol.
Información: www.bilbao.net