Salamina es una ciudad llena de encantos que vale la pena conocer. Se trata de una antigua ciudad ubicada en la costa oriental de Chipre, en la desembocadura del río Pedieo.
Su ubicación en la isla la volvió en un reconocido núcleo urbano y en un sitio renovado. Uno de los asentamientos más antiguos es el que se encontraba en el actual Enkomi, el lugar llamado Alisiya tiene un aspecto urbanístico bastante especial que le dan los edificios tanto públicos como privados. Luego de haber pasado por una etapa de terremotos e invasiones quedo parcialmente destruida, por eso se fundo otra ciudad a un poco más kilómetro de distancia. Esta ciudad se llamó Teucro.
En Teucro existe una gran necrópolis que se encuentra desde el bosque de Salamina hasta el pueblo y hasta el monasterio de San Barnabé. La necrópolis abarca más de 7 kilómetros cuadrados. En su museo se pueden ver algunos interesantes descubrimientos y tumbas que datan del período helenístico. Las tumbas más antiguas son del siglo XI aC, sin lugar a dudas son piezas muy valiosas.
En las cámaras sepulcrales normalmente se realizaban dos entierros, en algunos casos hasta se incluían los carros fúnebres y los asnos. Los animales eran sacrificados y enterrados. Entre las tumbas mejor conservadas encontramos las denominadas ‘Tumbas reales’, las mismas contienen hasta ofrendas muy valiosas traídas de Siria y Egipto.
A partir del año 1965 tuvo lugar una importante excavación, la de los Vassos Karageorghis, director del Departamento de antigüedades de Chipre. Para realizarla hubo que excavar la roca arcillosa de casi 40 metros de longitud y 15 metros de ancho. En su parte más profunda y cerca de los peldaños de acceso se encontraron los esqueletos de los caballos que tiraban del coche fúnebre. Según datan las cerámicas encontradas la ceremonia funeraria tuvo lugar en el siglo VII aC. En ese momento la tumba era un lugar de reunión o la sede de algún culto.
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