China es uno de los países turísticos más atractivos del mundo, principalmente a partir de la diferencia cultural que plantea para todos los viajeros que llegan directamente desde occidente. Entre sus muchos sitios imperdibles, de hecho, se encuentran algunos como los mercados de regateo, que nos permite involucrarnos de lleno con el modo de comercio que las personas poseen en esta región del planeta.
Por eso, aunque lógicamente no pretendemos que tan pronto aterrices en China vayas directamente a buscar algunos de estos mercados, sino puedes considerar recorrerlos en medio del parate de alguna otra excursión, ya que el aprendizaje que adquiere uno luego para el resto del viaje, para cada vez que necesite adquirir algún producto, es impagable.
De hecho, una vez que nos encontramos caminando las calles colmadas de carteles, podemos ver entre la niebla de las ciudades más pobladas a nivel local, una enorme cantidad de sitios comerciales, los cuales venden productos originales en muy pocos casos, imitaciones en la mayoría de ellos, y algunos que directamente apuestan por comerciar elementos alimenticios o artesanías, que son quienes más se preparan para el famoso “regateo”.
Justamente, el turismo de regateo es uno de los que más ha crecido en esta parte del mundo en los últimos años, si tenemos en cuenta que la mayoría de los comerciantes chinos no sólo están acostumbrados a esta forma de negociar, sino también que consideran que se trata de un reconocimiento a su cultura, por lo que nunca se lo tomarán como un insulto.
Lo importante del caso, es que en cualquier circunstancia, nunca te muestres desesperado por un producto. Recuerda que así como quieres comprar, ellos necesitan vender, y por eso es común que podamos llevarnos productos por hasta cinco veces menos el valor con el que aparecen. Todo es cuestión de paciencia, y de mostrar un moderado interés, para que ellos traten de convencernos.