El Salvador es sin lugar a dudas una de las joyas de Centroamérica. Se trata de un destino ideal para relajarse y disfrutar de la naturaleza y de los paisajes más bellos e impresionantes.
Una de las paradas fundamentales es San Salvador, la capital, donde encontraremos la huella de los 14 terremotos que han sacudido la ciudad, dejando tras de sí casas, monumentos y plazas destruidas. Además, merece la pena recorrer sus calles y disfrutar del ajetreo de la gente, los tenderetes…
Eso sí, para los amantes del lujo, la Zona Rosa, llena de comercios y hoteles de lujo.
Desde la capital, cuesta una media hora llegar a las playas El Zonte, Sunzal y la Roca, ideales para los amantes del surf. Sobre todo, de noviembre a febrero encontrarán las mejores condiciones para practicar este deporte.
Una de las visitas más destacadas es la Pompeya salvadoreña, una aldea maya que fue sepultada por una erupción del volcán Laguna Caldera en el año 600. En 1989 se desnterró, y está considerado Patrimonio de la Humanidad.
Si te gusta disfrutar de la naturaleza y conocer impresionantes paisajes, no dejes de visitar el Parque Nacional El Imposible, el último bosque tropical que queda en el país y que es también Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Es el lugar ideal para conocer la flora y la fauna de la zona, con 400 especies de árboles y 30 de mamíferos.
Foto de adobemac