El mundo está lleno de sitios que son interesantes para el turismo. Claro, podemos dividirlos de acuerdo a los elementos que los hacen justamente interesantes, y si viajamos a Tanzania, podemos encontrarnos con un elemento natural, un lago, que ha llamado la atención de todos los viajeros del planeta debido a que posee características sumamente particulares, que no pueden repetirse en ningún otro lugar.
En concreto, y para que te des una idea, estamos hablando del lago Natrón, uno de los más famosos de Tanzania, que muchos llaman también “el Lago de la Muerte”. Este paraje natural, que se encuentra en la zona norte del territorio nacional, es llamativo porque convierte los animales que se posicionan dentro suyo en una especie de monumentos petrificados.
El caso es que tan pronto un ave, o cualquier otro animal, se pone en las aguas del lago, el mismo comienza a petrificarse, y es prácticamente imposible que tenga alguna posibilidad de conservar su vida. Esto se debe, en concreto, a que sus aguas saladas son tan ricas en carbonato de sodio se expanden a los demás seres vivos con los que tiene contacto.
Hay que destacar, a nivel científico, que el lago debe su nombre a la sustancia que usaban en el proceso de momificación en el antiguo Egipto. El caso es que es imposible que un ser humano se bañe allí dentro, ya que la temperatura es aproximadamente tres veces más alta que la de la mayoría de lagos del mundo, y eso por no mencionar que su PH alcalino es de entre 9 y 10,5.
Además, otra cuestión llamativa es que las aguas del Natrón son completamente rojas, por estas mismas causas que venimos mencionando antes, y si quieres saber un poco más de su historia, puedes leer el libro «Across the Ravaged Land«, del fotógrafo Nick Brandt, uno de sus principales investigadores.