La mayor parte de los viajeros somos amigos de blogs o guías turísticas impresas, pero sobre todo, de otros viajeros.
Y es que entre viajeros circula el rumor de que Oslo es un destino poco atractivo, ¿lo han escuchado? ¡Pues no hagan caso! Esta ciudad bien vale una visita, tan sólo por poseer uno de los parques más hermosos del mundo.
El Vigelandsparken recibe 1 millón de visitas al año. Este excepcional parque escultórico es el trabajo de toda una vida de Gustav Vigeland (1869-1943), quien creó más de 200 esculturas antropomórficas de bronce, granito y hierro forjado. Una de las obras más famosas es el Monolito: una columna tallada hecha de una sola piedra de más de 14 metros de altura y compuesta por 121 figuras humanas.
La Ópera conforma otra popular atracción desde 2008, cuando fue inaugurada. Esta innovadora estructura de mármol y vidrio forma parte del proyecto cultural “Fjord City”, que busca construir una urbanización residencial y comercial en la zona de Oslofjord.
Para los fanáticos de los deportes de invierno, el salto de esquí Holmenkollen fue recientemente reconstruido para el Campeonato Mundial de Esquí de 2011 y desde allí pueden disfrutarse de magníficas vistas de la ciudad.
El Museo de Barcos Vikingos es una interesante opción para conocer la historia marítima de Noruega.
Quienes hayan sido desmotivados por los rumores de esta ciudad, ¡anímense! Una moderna arquitectura, un colorido centro histórico, un inolvidable parque artístico y una transitada costa lograrán sorprenderlos.
TIP: pasear por la calle peatonal de Aker Brygge. El muelle ofrece múltiples terrazas donde disfrutar de una comida frente al mar.