Turquía es un país con una gran cantidad de atractivos turísticos que mucho tienen que ver con la historia de las civilizaciones que poblaron estas tierras, pero también por el alto valor paisajístico con que la naturaleza ha dotado a este país euroasiático. Y precisamente Pamukkale es una región que conjuga a la perfección tanto los atractivos naturales como los históricos, siendo desde la antigüedad un lugar para el descanso y el placer.
Las ruinas de Hierápolis
Ubicada sobre una blanca meseta, las actuales ruinas de Hierápolis corresponden a un autentico mosaico de civilizaciones, pues si bien fue originalmente de la cultura griega, tras ser fundada por el rey de Pérgamo en el año 180 a.C., posteriormente pasó también por el dominio de los romanos (quienes convirtieron a Hierápolis en un destacado centro termal dentro del imperio), de los bizantinos y de los turcos selyucidas.
Esta increíble mezcla de culturas, y los varios terremotos que han sacudido esta región de Turquía a lo largo de la historia, son los responsables de que actualmente podamos admirar los increíbles vestigios arquitectónicos de Hierápolis, entre los que se destacan el teatro romano muy bien conservado; el templo griego de Apolo; las puertas Sur y Norte (de origen bizantino); una típica puerta romana de tres arcos; y los antiguos baños romanos, donde actualmente se ubica el museo del sitio arqueológico.
El atractivo de las fuentes termales
Curiosamente, los terremotos han sido siempre uno de los principales temores de esta zona de Turquía, y uno de los responsables de las sucesivas destrucciones de Hierápolis; pero también lo es de uno de sus mayores atractivos de Pamukkale: las aguas termales, pues éstas comenzaron a aflorar tras los movimientos del terreno, que además labraron la superficie en forma de las características terrazas escalonadas de granito, que actualmente conforman el paisaje característico de Pamukkale.
Y además de permitirnos disfrutar de un delicioso baño rodeado de increíbles panoramas naturales, las aguas termales de Pamukkale presentan importantes propiedades curativas debido a su carga de minerales, que las convierten cada día en un destino de salud muy buscado internacionalmente.
Pero como suele ocurrir en muchas ocasiones, cuando el turismo se desarrolla sin una debida gestión sostenible, también en Pamukkale la intensiva proliferación de hoteles que buscaban explotar las fuentes termales del lugar llevaron a que se produjera mucha contaminación, situación que llevó a que la UNESCO se responsabilizara del lugar, implantando actualmente un estricto sistema de desarrollo, que controla los establecimientos comerciales y la visita de los turistas.