Dentro de Noruega existen cientos de sitios culturales y temáticos que podemos llegar a visitar, pero casi ninguno es tan interesante como el famoso Parque de Vigeland, o también conocido como “Parque de las Esculturas”, un espacio que se encuentra ubicado en la zona oeste de Oslo, capital del país, y más precisamente, dentro de un sitio conocido como “Frognerparken”.
Justamente, este parque lleva el nombre de Vigeland porque su creador fue el escultor noruego Gustav Vigeland, quien entre los años 1907 y 1942 levantó la mayor parte del centro como podemos conocerlo en la actualidad, como parte de un encargo que el Ayuntamiento de Oslo le hizo en ese momento, dada su gran fama en la región.
En los días que corren, si visitamos el parque nos encontraremos con una superficie total de más de 32 hectáreas, las cuales a su vez se encuentran divididas en cinco zonas, las que se diferencian por sus características, y las cosas que podemos llegar a encontrar en ellas, aunque en realidad la mayor parte del recinto se encuentra dedicado a las esculturas que fueron producidas entre los años 1926 y 1942.
Más allá de esto, indudablemente la mayor atracción del Vigeland es el “Monolito”, un bloque único de granito que se alza sobre una plataforma octogonal escalonada, que cuenta con unos 17 metros de altura, y que para terminar de sorprender al público, dibuja sobre su superficie, hasta 121 figuras humanas desnudas, las cuales se van entrelazando entre ellas mismas.
También destaca el “Sinnataggen”, la escultura de un niño que se encuentra enojado, o más bien haciendo rabietas, y que comparte un puente con hasta 57 esculturas más, por lo que la cantidad y variedad de las mismas es realmente interminable. Finalmente, es tal la trascendencia de esta parque, que para muchos de los habitantes de Oslo, se trata del mayor símbolo de la ciudad.