El Parque Nacional Picos de Europa es uno de los territorios conservadores naturalmente más interesantes que podemos llegar a encontrarnos en el suelo español, abarcando el mismo parte de las provincias de Cantabria, Asturias y León, hecho que le otorga además, la posibilidad de ser el único en su tipo, que pertenece a tres comunidades autónomas diferentes, sin dejar de lado también que es gestionado de conjuntamente por todas ellas.
Este sitio, que en un principio, cuando estaba constituido únicamente por el macizo occidental del mismo fue denominado “Parque Nacional de la Montaña de Covadonga”, se convierte entonces en el primer espacio natural protegido de España, ya que fue considerado Parque Nacional en julio de 1918, por un decreto de Alfonso XIII.
Es de destacarse también el crecimiento que ha tenido el Parque Nacional Picos de Europa, que para la década del ´20 del siglo pasado contaba con apenas 17.000 hectáreas, y que actualmente puede hacer alarde de algunas de las mejores 65.000 hectáreas de todo el territorio español, las que quedaron conformadas en 1995, mismo año en el que comenzó a formar parte de la Red de Parques Nacionales, que ayuda a su conservación.
Una de las claves que podemos tener para entender la trascendencia de este sitio en España, es la riqueza de su fauna. Sin ir más lejos, los especialistas han determinado que en esta relativamente chica porción de territorio, habitan más del 60% del total de las especies de anfibios, reptiles, aves reproductoras y mamíferos terrestres de toda la Península Ibérica.
Además, de cara al crecimiento turístico experimentado en los últimos años, las personas encargadas de cuidar y gestionar el Parque Nacional, han comenzado a desarrollar nuevas actividades en su interior, como por ejemplo visitas a las construcciones de distintos estilos arquitectónicos que también se conservan intactas, producción de gastronomía, y visitas a demás centros culturales.
