El desierto del Sahara abre sus fauces para devorarse a Tatauine, un conjunto de viejos alcázares y viviendas trogloditas que maravillaron a George Lucas, el inefable realizador de la Guerra de las Galaxias.Ese paisaje real, construido hace siglos, fue el escenario elegido para convertirse en el planeta Taooine (obviamente) de donde eran oriundos sus personajes Anakin y Luke Skywalker.
Por estos días las autoridades de Túnez, pretenden recuperar estos viejos alcázares para fines turísticos y a la vez proteger un patrimonio histórico y cultural realmente invaluable.
Pero no es la idea de los responsables del área, que los turistas pasen tomen fotografías y se vayan, sino que se queden y pernocten al menos una noche, en uno de estos complejos milenarios adaptados, por supuesto, a la modalidad de hoteles–restaurantes. Algunas pruebas piloto ya han dado excelentes resultados.
Allí cerca se encuentra el lago salado de Tozeur, famoso por sus espejismos que atrae a cientos de turistas en las epocas de mayor temperatura para fascinarse con una ilusión óptica muy común en estas zonas desérticas.
Es increíble que los viajeros se sientan más atraídos por la anécdota de la filmación en un sitio de gran valor arqueológico, que por el sitio en sí mismo.
Pero algo es algo y las autoridades de Túnez no quieren desaprovechar la publicidad que una de las sagas más exitosas del cine de todos los tiempos ha dejado en sus humildes y polvorientas callejuelas.