Una de las principales características turísticas que tiene Indonesia en sí misma, tiene que ver directamente con la impresionante cantidad de elementos culturales que pueden ser visitados, la mayoría de ellos relacionados con la religión que profesan, o profesaban, sus residentes. Y entre todos ellos, claro, no podemos dejar de destacar especialmente los famosos templos de Prambanan.
Además, si en algunos sitios del mundo sobresale la presencia de algún templo, y luego la de otro a cientos de kilómetros, en Prambanan, los turistas pueden aprovechar para recorrer los casi 250 templos que se encuentran en la zona, todos ellos dedicados directamente a Shivá, y la mayoría de los cuales fueron construidos, de hecho, en el siglo IX, bajo la dinastía Sanjaya del primer Reino de Mataram, en la zona que aún era conocida como de “Java Central”.
En este mismo sentido hay que destacar que si bien los historiadores aún no han logrado ponerse de acuerdo en cuanto a los años en los que comenzaron las construcciones en el lugar, la mayoría de ellos ha dado por buena la existencia de una piedra, considerada como la fundacional, que entre sus varias inscripciones contiene una que habla del año 856, así que suele tomarse el mismo como el comienzo de las obras en el lugar.
Por otro lado, tampoco podemos dejar de mencionar que más allá de la existencia de esta impresionante cantidad de templos, que le han permitido al “conjunto de Prambanan” ser considerado Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO, en 1991, el que no se puede dejar de visitar es el templo central, que se encuentra dedicado a Durgā, esposa de Shivá, y que tiene unos 34 metros de altura en su interior, y más de 100 metros en sus muros externos.
Luego, en el interior de este templo principal, también podemos dar con una impresionante cantidad de obras realizadas por “artistas” de la época, como por ejemplo, muchas de las cuales hacen referencia directa a los combates producidos por ese entonces entre quienes defendían “el bien”, y los que sostenían “el mal”.