La isla de Tenerife es una isla mágica, de hecho, podría decirte que dentro de las que he tenido la oportunidad de visitar en las Islas Canarias, aunque todas ellas son ideales para ir de vacaciones, me quedo sin lugar a dudas con Tenerife.
Esto es porque hay muchos alicientes para pasar tus vacaciones en Tenerife, siendo la primera de ellas la diversidad de paisajes que ofrece una isla de un tamaño tan pequeño, además, sus pueblos y sus gentes tienen un encanto único, y hay desde pequeños reductos de tranquilidad hasta zonas súper turísticas llenas de alemanes e ingleses, con lo cual, podría decirse que en esta isla tienes absolutamente todo lo que quieras encontrar.
Sin duda alguna la gran atracción de Tenerife, incluso por encima de sus playas de arena volcánica y su clima es el Parque Nacional del Teide.
La presencia del Teide más o menos en mitad de la isla como gran volcán inquieta y fascina según aterrizas en la isla, es más, es difícil no verlo desde cualquier punto de la misma, y esa omnipotencia hace que lo tengas siempre presente. Su visita no decepciona, ya lo hagas con un viaje organizado o por tu cuenta, en coche o haciendo senderismo, ya que cada pocos kilómetros de subida contemplarás un paisaje totalmente nuevo, desde los bosques que están en mitad de la ladera gracias a las precipitaciones horizontales hasta el paisaje lunar de la zona alta.
Si a esto le unes sitios como Icod de los vinos, el valle de la Orotava, Santa Cruz, el puerto de la Cruz o las increíbles playas del sur de la isla, como la Playa de las Américas, te queda un viaje de vacaciones muy majo, ideal tanto para familias como para mochileros.
Y aún así quedarían sus gentes, y por supuesto, su gastronomía, ya que en los restaurantes en Tenerife vas a comer bien, sobre todo si buscas la cocina tradicional tinerfeña, seguro que vuelves enamorado de la isla.
