Todas las islas del Caribe son sin lugar a dudas un destino de vacaciones de ensueño. Sus hermosas playas, su frondosa vegetación y peculiar y colorida fauna las convierten en un paraíso sobre la tierra. Pero cada país y cada isla de esta cálida zona tiene también su idiosincrasia.
La antigua colonia británica de Barbados es la isla más oriental de la zona. Sus 432 kilómetros cuadrados de exuberante belleza están ahora al alcance de presupuestos más modestos desde que compañías como Condor ofrecen vuelos asequibles a su aeropuerto.
Esta isla gustará tanto a los que quieren pasarse todas las vacaciones tumbados sobre la arena dorada de sus playas con un vaso de ron en la mano, como a los aventureros con ganas de descubrir los rincones más insólitos de la isla.
La costa oeste de la isla se baña en el mar del Caribe. Es donde se concentran los núcleos urbanos y turísticos siendo famosa por sus playas de arenas blancas y rosadas y sus tranquilas aguas de color turquesa. Vale la pena mojarse el pelo para explorar el hermoso fondo marino.
Por otro lado, la costa este de la isla ofrece su cara al océano Atlántico. Esta mucho menos poblada y, aunque las playas siguen siendo extremadamente bellas, el oleaje que las azota es mucho mas enérgico. Es la costa elegida por los amantes del surf.
Otra de las atracciones que ofrece el mar de Barbados son los paseos en catamarán, en los que se pueden descubrir los restos de antiguos barcos hundidos. Las empresas que ofrecen estos paseos suelen ofrecer una deliciosa comida autóctona a bordo para completar la experiencia.
Pero las atracciones de Barbados no se limitan a los placeres del mar. El centro histórico de la capital Bridgetown ha sido reconocido como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO y ofrece, además, múltiples tiendas, restaurantes y museos.
Los parajes boscosos del interior merecen ser explorados. En la Reserva de vida salvaje de Barbados podrás pasear por hermosos senderos y descubrir exóticos miembros de la fauna local como iguanas, tortugas, pelícanos o venados.
Finalmente, forman parte de la historia de la isla las plantaciones de caña de azúcar y Sunbury Plantation House es un precioso ejemplar. Este imponente edificio fue construido por los primeros colonos en 1660 y es hoy un museo con una amplia colección de antigüedades.