Viajar a Carcasonne es pasear por la Edad Media

Este pequeño pueblo escondido en el sur de Francia esconde una belleza inigualable que te transportará siglos atrás. ¿Estás preparado para viajar a Carcasonne?

A muchos os sonará Carcasonne de un juego de mesa en el que los participantes tienen que ir montando un pueblo pieza a pieza según su conveniencia. Hoy no vamos a hablar de eso, hoy hablaremos del municipio francés en el que está ambientado este juego: «Carcasonne». Esta comuna se asienta al sur de Francia, entre Toulouse y Perpignan, en el departamento de Aude y destaca por su asombroso conjunto arquitectónico. Entrar a Carcasonne es transportarte a otro tiempo, en el que los caballeros campan a sus anchas y las doncellas ocupan el sueño de mayores y niños. Donde los bravos guerreros se enfrentan a temibles dragones y la música de los bardos acompaña a los grandes festines al aire libre. En fin, un mundo de fantasía dentro de nuestro mundo.

¿Y por qué digo esto? Solo hace falta dar una vuelta por sus calles para darse cuenta de ello. Carcasonne, o Carcasona, la villa amurallada de la que estamos hablando, fue declarada en 1997 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y no es para menos. El conjunto arquitectónico del que dispone la ciudad es para embobar a propios y extraños, con castillos, murallas, fortalezas de cuento, casitas medievales… Todo esto, restaurado por el famoso arquitecto Eugène Viollet-le-Duc en el siglo XIX. Eugène fue un enamorado de lo clásico, de lo medieval, de las fábulas y cuentos que le contaba su madre al acostarse cuando era niño, y eso se refleja en la estampa de Carcasonne.

No pretendo aburriros con un extenso texto sobre mi experiencia en Carcasonne y demás, así que, iremos a lo básico y os contaré que no tenéis que perderos si alguna vez queréis viajar a Carcasonne.

Fuente: sanfamedia.com

La Ciudadela

La Ciudadela o La Cité es el principal atractivo de Carcasonne y un lugar de visita obligada si pasas por sus alrededores. Se trata ni más ni menos que la ciudad histórica fortificada de la ciudad, es decir, el casco antiguo o la antigua ciudad de Carcasonne y está catalogada como Monumento Nacional del Estado Francés. En 1849, los muros de esta zona, tanto de murallas como de otros edificios, estaban muy deteriorados. Tanto, que incluso se llegaron a plantear el derribo de La Ciudadela entera a causa del estado de la piedra. Pero un arquitecto llamado Eugène Viollet-le-Duc se hizo cargo del proyecto de restauración de La Cité de Carcasonne y la dejó tal y como la véis hoy en día, una verdadera obra de arte.

Recomendamos una cosa que, habitualmente, no es muy recomendable: perderse en sus callejuelas y rincones para que respires ese aire del medievo que Carcasonne transmite. Date mil y una vueltas por esos callejones antiguos hasta que te embriagues de su carácter y desees formar parte de dicho conjunto. Si ya te das la vuelta a la ciudad por sus murallas, tendrás una excursión a la ciudadela de 10.  Aunque también te aconsejamos que recorras las calles céntricas puesto que hay restaurantes en los que se come muy bien y por muy buen precio.

El Castillo Condal

El Castillo Condal se encuentra dentro de La Ciudadela y es otro de los lugares obligados de Carcasonne. Este castillo, que data del siglo XII, también fue restaurado por Eugène Viollet-le-Duc que lo adoptó en un estado de semiruina y lo dejó muy pero que muy pintoresco. Este arquitecto fue un auténtico visionario puesto que restauró el castillo y la ciudad exclusivamente con fines turísticos ya que, de poco o nada sirven los castillos y las fortalezas hoy en día. La restauración de Carcasonne podría decirse que es una de las primeras restauraciones con fines turísticos de la historia.

Rodeado por un pequeño foso, el castillo que una vez fue palacio real, esconde multitud de secretos y tesoros que recomendamos, explores tu mismo. Ahora mismo no recuerdo bien el precio de la entrada, pero recuerdo que no era muy caro, lo que si tengo claro es que los europeos menores de 26 años entraban gratis. Recomendamos llevar ropa cómoda ya que el paseo por el castillo será importante.

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Fuente: Michael Pollack

Basílica de Saint-Nazarie

Esta basílica tiene un halo de misterio que atrae a todos los visitantes. Hagas lo que hagas acabarás allí enamorado de sus torres, sus vidrieras, por su campanario… Antiguamente, la Basílica de Saint-Nazarie era la catedral de Carcasonne, hasta 1801 que fue sustituida por la actual catedral de la cual hablaremos más tarde. De origen románico y terminada en gótico, esta iglesia cumple con los cánones de belleza que estipula la ciudad y los supera con creces. Está claro que no es lo más bonito de Carcasonne, pero tiene un punto intrigante que hace que cautive a todo el mundo.

Catedral de Carcasonne

La Catedral de Carcasonne se construyó en el siglo XIII como iglesia, en un principio, por orden del San Luis de Francia en la bastida. De estilo puramente gótico y con un rosetón que llama especialmente la atención, este catedral es el cúlmen de las visitas a Carcasonne. Sus altas torres y sus formas picudas, típicas de las películas de Tim Burton, serán capaces de enamorarte a primera vista.

En 1803 fue elevada al rango de Catedral, relegando así a la de Saint-Nazarie, que quedaría como Basílica. Es sede del obispado de Carcasonne.

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Fuente: Wikipedia

Esperamos que esta guía de viaje a la ciudad de Carcasonne haya abierto tu apetito y desees visitarla, o volver a visitarla si lo has hecho ya. Si no lo has hecho, de verdad, no pierdas la oportunidad de viajar a Carcasonne, una ciudad de cuento.

¿Has ido de turismo a Carcasonne? ¿Qué te pareció? ¿Volverías?

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