Visitar Egipto, supone una de las más interesantes experiencias a nivel de turismo cultural. Su milenaria historia se hace latente en su capital, El Cairo. Sus viejos barrios y sus calles estrechas parecen recordarnos los relatos de ensueño que hemos conocido de Egipto. No hay más faraones en el hermoso país del Nilo, pero la visita promete un acercamiento a la cultura egipcia que solo podemos lograr recorriendo sus monumentos y sus museos.
Y dentro de los museos que son visita obligada en El Cario, se encuentra, el Museo Egipcio de El Cairo, un recinto cultural de fama internacional en cuyas salas se encuentra reunida la mayor colección del mundo sobre el Antiguo Egipto. Nada menos que 120,000 objetos que nos llevan a través de la historia de este importante país. Antes de 1835 muchas reliquias del país fueron robadas y se perdía a través de ellas parte de la historia del país.
Ese mismo año se fundó el Servicio de Antigüedades de Egipto, ente encargado de detener el robo de obras egipcias y reliquias, pero las cosas no fueron bien, una primera colección lograda con gran esfuerzo fue entregada al Duque Maximiliano de Austria por Abbas Pasha, años después una colección completa de arte egipcio sucumbió a las crecidas del Nilo no fue hasta 1897 cuando se pudo pensar ya en un museo de Egipto, que resguardara las colecciones y se construyó un edificio en la plaza Tahir, que se inauguró en 1902, al mismo se agregaría años después, 1922, la célebre tumba de Tutankamón.
Este es entonces, uno de los más importantes recintos de la cultura egipcia, que se puede visitar durante una estancia en El Cairo. Sus amplias salas abarcan los diferentes períodos de la larga historia del país, hay de todo tipo de reliquias que conforman colecciones de las más importantes en el mundo.
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