Una de las características principales que tiene Bélgica como destino turístico tiene que ver directamente con que cuenta con una impresionante cantidad de elementos religiosos, históricos y culturales, muchos de los cuales se expresan en forma de Basílicas, Parroquias e Iglesias, como por ejemplo la de Nuestra Señora de Brujas, uno de los sitios más visitados en todo el territorio local por los turistas.
Una de las características principales de la Iglesia de Nuestra Señora de Brujas tiene que ver directamente con que su altura supera sensiblemente los 122 metros, lo que le convierte en el segundo edificio de ladrillo más alto del mundo, además de contar con un inconfundible estilo gótico, muy desarrollado en la época, es decir, en el siglo XIII.
Luego, otro de los elementos distintivos de la Iglesia de Nuestra Señora de Brujas tiene que ver con sus dos torres laterales, en forma de escalera. También podríamos mencionar la gran cantidad de riquezas materiales con las que cuenta, aunque el hecho saber que otras tantas, e incluso más, fueron retiradas del lugar, le hace perder algo de significancia.
Por otro lado, también hay que señalar que allí se encuentra la famosa obra de Miguel Ángel, la Madonna de Brujas, además de que es muy buscado por los especialistas en la materia, el tríptico que se encuentra delante del altar mayor de la Iglesia, y que viene a representar el Calvario de Jesús, entre otros tantos elementos artísticos realmente imperdibles.
Pero por si acaso, no podemos dejar de comentar que la Iglesia de Nuestra Señora es sobre todo famosa por los mausoleos pintados de María de Borgoña y de su padre Carlos el Temerario, quienes habitaron allí en el siglo XV, y que también presentan un claro estilo gótico. En homenaje a ellos, justamente, destacan estatuas de un león y un perro, como símbolos de la fuerza masculina y de la fidelidad femenina.