Aunque uno podría pensar que los elementos turísticos de China se encuentran mucho más relacionados con los grandes edificios, y el urbanismo en general, la verdad es que se trata de un país que ofrece también preciosas playas, como por ejemplo las que se encuentran en la Isla de Gulangyu, una pequeña isla en la costa de Xiamen, provincia de Fujian en el sur del país.
Este sitio, turístico, al que acuden multitud de chinos en temporada alta, destaca en especial por sus dos kilómetros de muy bella arena y aguas, que son realmente cuidadas tanto por los residentes locales como por los viajeros, la mayoría de los cuales llegan al lugar directamente gracias al ferry que parte cada cinco minutos desde la isla de Xiamen, más importante en cuanto a infraestructura, en un recorrido sumamente corto.
Una vez que nos encontramos en la isla, y más allá de que el gran atractivo turístico local son sus playas, los turistas extranjeros también quedan maravillados por otros motivos, como por ejemplo sus pequeñas calles, realmente bellísimas y muy antiguas en algunos casos, además de una arquitectura que resulta variada para lo que son los estilos chinos clásicos.
Por otro lado, y para tomar un poco dimensión de hasta qué punto se trata de un destino turístico importante para los chinos, se debe señalar que la isla se encuentra en la “lista nacional de China de paisajes”, además de haber sido destacada por la provincia de Fujian, a la que como dijimos pertenece, como una de las “diez áreas más pintorescas”.
En cuanto a la historia del lugar, se debe decir también que el territorio de Xiamen era antiguamente conocido como “Amoy”, sirviendo como puerto especialmente luego de 1842, por lo que la mezcla cultural con Francia y Japón es realmente fuerte, siendo éstos países que dominaron la zona y establecieron allí diversas instituciones, como por ejemplo iglesias y hospitales, algunos de los que incluso hoy funcionan. China recuperó el territorio en 1942, y desde entonces está orgullosa del mismo.