Pero no solamente es la formación natural lo que sorprende, sino que en este sitio que cuenta con más de 2000 años de tradición se encuentra un cementerio colgante, es decir ataúdes que son colocados en la pared de roca sujetados por barras de metal y también existen varios apilados en lo alto de las cuevas que allí existen.
Esta milenaria costumbre de los nativos prácticamente se encuentra en desuso y hoy en día sus muertos son sepultados en tierra, pero hasta hace poco tiempo las mismas personas que ahora ocupan los féretros en lo alto del acantilado, eran quienes tallaban su propio lecho de madera.
Lógicamente que se trata de una práctica relacionada con lo religioso y aunque también intriga como han llegado los ataúdes hasta semejantes alturas lo cierto es que el cementerio de Sagada realmente constituye un escenario impactante.
Vía│deputy-dog.com (LA WEB YA NO ESTÁ DISPONIBLE)