Algo que siempre resulta muy atractivo cuando visitamos un destino, además de recorrer los paseos tradicionales e históricos, es conocer como se desarrolla la vida cotidiana del lugar y mezclarse con sus habitantes para comprender un poco su idiosincracia.
Para ello, nada mejor estando en Roma que acercarse al Campo dei Fiori, una de las plazas más significativas de la ciudad que data de la época medieval y que alberga un colorido mercado que actualmente sigue en funcionamiento y que otrora fuese visitado tanto por la clase baja como así también por la más exquisita aristocracia romana.
Este magnífico rincón de la capital italiana cuenta con una historia muy particular ya que antiguamente era el sitio escogido para aplicar las sentencias por herejía que generalmente consistían en ejecuciones públicas y es por eso que en el centro de la plaza puede observarse la estatua del filósofo Giordano Bruno quien fue quemado en la hoguera.
Realmente es muy agradable pasear entre los puestos de esta feria abarrotada de flores, carnes, frutas, pescados y perfumados condimentos que entremezclan sus aromas con los de otras mercancías y vivir de cerca el alboroto propio de un mercado en plena actividad donde la algarabía y amabilidad siempre están presentes.
Y si desea ser simplemente un observador de las maravillosas costumbres italianas, solo tienes que sentarte en algunas de las cafeterías con terraza que se encuentran en las tradicionales esquinas de la plaza y degustar un exquisito capuccino o ristretto.
Vía│Escapadas Europa