Ubicada al sureste de Bristol en Inglaterra, la localidad de Bath constituye un lugar increíble marcado por la historia y por los sorprendentes atractivos que distinguen la zona.
Estamos hablando de las famosas fuentes de aguas termales diseñadas para el baño y la maravillosa arquitectura que levantaron los romanos en el comienzo de la era cristiana.
Este rasgo puntual fue lo que motivó a esa civilización que se dirigiera a ese sitio en particular, por los comentarios de la existencia de aguas de altas temperaturas, las cuales serían capaces de mejorar los cuerpos cansados.
En aquella época la temperatura de las aguas alcanzaba los 50ºC, pero lamentablemente en la actualidad se encuentran en ruinas por lo que solamente se puede recorrer el establecimiento.
En el recinto podemos ver diferentes sectores entre ellos piscinas, estanques, salas para descanso, etc., varias conectadas por complejas redes de tuberías que administraban el paso de agua a todos los rincones.
Un lugar increíble repleto de cultura y que a la vez por su gran conservación representa un destino perfecto para adentrarse en la vida romana y sentirse en esos tiempos a cada paso.
Vía Sobre Turismo