Su origen data del año 1726, cuando por orden de Don Juan Antonio de Urrutia y Arana, Marqués de la Villa del Villar del Águila se comenzó a levantar esta significativa construcción de 1280 metros de longitud.
Una de las razones principales de la edificación del acueducto se debe a la contaminación de los ríos que provocó la muerte de varios pobladores de la zona y por esto se decidió traer agua para terminar con las enfermedades intestinales que azotaban la región.
Si bien fue finalizado en su totalidad en el año 1738, el agua escasamente llegó en 1733 y dos años después alcanzó la caja de agua en la plazuela de la Cruz para luego ser distribuída, sobreviviendo a los años para convertirse en un verdadero símbolo de la ciudad.
Vía│México por descubrir