Uno de los principales edificios que podemos encontrarnos en la ciudad inglesa de Liverpool es la Catedral Metropolitana de la ciudad, conocida oficialmente como Catedral Metropolitana del Rey Cristo de Liverpool, la cual funciona como sede de la Arquidiócesis de Liverpool, siendo una de las dos a nivel local que se encuentran abierta al culto católico, y contando con la particularidad de haber sido levantada en apenas cinco años, entre 1962 y 1967.
Uno de los elementos curiosos, en este sentido, es que anteriormente habían sido dejados de lado algunos proyectos presentados por importantes arquitectos del mundo entero en los años 1853, 1933 y 1953, hasta aceptarse finalmente el de Frederick Gibberd, quien la construyó en el período mencionado.
Además, la Catedral Metropolitana de Liverpool fue consagrada el Día de Pentecostés de ese mismo año 1967, evitando tener que detener su construcción por algunos problemas con los costos de los materiales, surgidos en su última etapa, concretamente en cuanto al aluminio y algunos detalles de las vidrieras, a día de hoy dos de sus símbolos más importantes.
En cuanto a su construcción, no se puede dejar de lado que la Iglesia fue construida con Piedra de Portland y ofrece un diseño circular en lugar de la tradicional forma de cruz latina, siendo una de las pocas del mundo con esta característica. Incluso, como se observa en la fotografía, su diseño exterior, al ser tan moderno, tiene poco que ver con las clásicas catedrales católicas europeas.
En su interior, uno de los elementos destacables tiene que ver directamente con el órgano que podemos encontrar, famoso ya desde sus inicios por haber sido terminado apenas una semana antes de la apertura de la Catedral, en el mismo año 1967. Incluso, no son pocos los turistas que, una vez dentro de la Catedral Metropolitana, optan por fotografiarse junto a este instrumento musical de excepción, casi único en su tipo en el mundo entero.