El encanto de las ciudades suizas

Suiza es un lugar único por muchos factores. Ya hemos hablado de su comida, de sus deportes, de su gente, pero otro de los puntos principales que hacen de este país un terreno ideal para las vacaciones son sus ciudades. El encanto inconfundible de las principales plazas turísticas no hacen más que sumarle atractivos a un lugar de por sí extraordinario.

Berna es la capital, y su aire medieval justifica la declaración de la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Con sus numerosas fuentes, fachadas de arenisca, callejones y torres históricas, la ciudad se coloca entre las más bellas del mundo. Los 6 kilómetros de arcadas, llamadas «Lauben», constituyen uno de los paseos de compras más largos y protegidos contra la intemperie de todo el Viejo Continente.

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Tanto las personas que viven allí como los miles de turistas que recorren sus calles diariamente se deleitan con los boutiques, bares y teatros de cabaré del casco antiguo, así como con los cafés callejeros. Es una ciudad para recorrer a pie, con el objetivo de no perder detalle de tamaña belleza.

Zurich no le pierde pisada y es, por excelencia, el lugar turístico más elegido del país. Y razones para eso le sobran: está ubicada a orillas del Lago con vista a los Alpes cubiertos de nieve, se calcula que cuenta con más de 50 museos y 100 galerías de arte, y la vida nocturna del lugar es la más animada de toda Suiza.

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Además, el estar en el centro de Europa posibilita que su acceso sea muy fácil ya sea por tierra o aire. Si a eso se le suma el espectacular sistema de transporte público del país, la combinación es perfecta. Casi tanto como la educación allí: la Universidad de Zurich está vinculada hoy con 21 premios Nobel.

Otro recorrido inevitable está en Basilea. Su espectacular ubicación céntrica entre la frontera con Francia y Alemania, a orillas del Rin, la transforman en un lugar paradisíaco. Es considerada como centro de arte, música y arquitectura de Suiza, además de ser un importante centro ferial y de congresos.

Las ofertas de Basilea son variadas. Por un lado, con sus 40 museos es la ciudad con mayor cantidad por habitante. Por otro, es un lugar verde repleto de parques, jardines botánicos e incluso se da el lujo de contar con el zoológico más grande de todo el país.

Otro punto insoslayable es La Chaux-De-Fonds, cuyo nombre denota su cercanía con Francia. El lugar es considerado como la cuna de la relojería mundial y como baluarte del modernismo en el país helvético, además de ser la ciudad suiza más alta, a unos 1.000 metros de altitud.

Cuatro ciudades, un mismo destino. La Suiza invernal, con sus cadenas montañosas blancas de nieve, expulsa belleza natural pero además cuenta con una gran cantidad de ciudades repletas de historia y de presente, que ayudan a disfrutar al máximo. Museos, galerías de arte y edificios medievales se combinan a la perfección con parques y jardines para, en estas vacaciones, hacer de Suiza la mejor opción.

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