La riqueza cultural de Alejandría no se puede poner en duda y no sólo es lo que se ve a simple vista. En el año 303 a.C., la ciudad sufrió una licuefacción que provocó el derrumbamiento de la mayoría de palacios y monumentos enterrándolos para siempre bajo tierra. Terremotos y tsunamis posteriores provocaron que la mayor parte de la antigua ciudad se encuentre bajo el agua pero un actual proyecto intentará que tengamos acceso a estos tesoros.
Jacques Rougerie, famoso arquitecto, ha estado planeando la construcción de un museo arqueológico submarino desde el que se pudiera observar los restos de la ciudad. Con una extensión de 22000 metros cuadrados, el museo abarcaría las maravillas sumergidas de Alejandría y se estima que podría tener unos 3 millones de visitantes cada año. La localización sugeridad es cerca de la Biblioteca de Alejandría donde se dice que Marco Antonio y Cleopatra pasaron sus últimos minutos.
La UNESCO se interesó en 2008 en esta iniciativa y propuso un estudio que confirmara que las piezas sumergidas no serían dañadas con la construcción del edificio. El problema principal que ha surgido ha sido eldescubrimiento de aguas fanganosas que no permitirían ver los monumentos con claridad y que además, ensuciarían las piezas haciendo difícil su limpieza.
Años más tarde aún no hay nuevas noticias de este proyecto y ha quedado relegado aunque no sabemos si en pausa o totalmente descartado. Si el museo finalmente se pusiera en marcha, estaríamos hablando de uno de los más interesantes y originales del mundo ya que la experiencia marítima y terrestre lo convertiría en una visita única.
Fuente | Alania