En el Centro Barbicán, en Londres, se desarrolla una muestra de arte diferente y novedosa, lo que es ya mucho decir del arte contemporáneo, que pareciera que, de lo único que se ocupa, es de la novedad… siendo cada vez más difícil hallarla y que siga siendo arte…
Esta muestra estará abierta hasta el 18 de mayo y está apuntada a un público con una mentalidad particular, un público diferente.
La expo está destinada… a los marcianos.
La muestra parte de la premisa, así inventaron presentarla los curadores del museo, de que llega un grupo de extraterrestres a nuestro planeta y se encuentra con una exposición de arte contemporáneo, y se dedican a clasificar las obras como objetos útiles, rituales, ligados a lo espiritual, a lo material, etc.
De la misma manera que en nuestros días los antropólogos y arqueólogos «deciden» los usos de objetos milenarios pertenecientes a otras culturas, estos marcianos, sin intención de crítica alguna, opinan sobre las obras de varios artistas que allí exponen.
En otra sala se agrupan los «objetos» que los marcianos no supieron clasificar (o sea que no saben para qué sirven).
Exponen: nombres tan conocidos como Bruce Nauman, Daniel Spoerri, Piero Manzoni, Maurizio Cattelan, Rosemarie Trockel, Jenny Holzer, Thomas Hirschhorn, Damien Hirst, Robert Filiou, Marina Abramovic, Joseph Beuys, Marcel Broodthaers, George Brecht, Christo Andy Warhol, Ugo Rondinone o Paul McCartney.
Esta graciosa manera de observar el arte actual no tiene por objeto, aclaran los curadores, poner en tela de juicio las obras, los artistas y muchísimo menos al arte contemporáneo, sino hacer una risueña reflexión y, porqué no, atraer al público al interior del museo.