24 lujosos pisos se elevan en el conglomerado perfil urbano de Tokyo. Pertenecen al flamante Hotel Península, situado frente al parque Hibiya en el distrito Marunouchi.
Decir que cuenta con la más avanzada vanguardia tecnológica es casi una obviedad. Y no hablamos de pantallas LCD, cajas de seguridad o cortinas eléctricas, no, eso es tan común en Tokyo como para nosotros el grifo de una canilla.
Hablamos de pantallas de televisión antiniebla en el baño, mandos a distancia para ajustar la posición de la cama, la temperatura y la iluminación. Si la deshidratación te afecta (un fenómeno muy común después de un largo vuelo, o el duro invierno japonés), podrás regular la humedad ambiente de tu habitación.
¿Quieres un café? Coloca un «cartucho» de exclusivo expresso en un dispenser y oprime un botón, ¡voilá!
Si recibes una llamada, al sonar el teléfono se pondrán en silencio todos los dispositivos que tengas encendidos: tv, audio ó radio. Si quieres que la llamada se haga vía Skype, oprime una tecla marcada como Skype en el panel del teléfono, que es inalámbrico y que puedes sacar de tu habitación y hasta llevarlo a la calle, pues opera además con una red de servicios de telefonía móvil.
Cuando tomes un baño de inmersión, sólo tendrás que oprimir el botón que dice «spa» en la bañera y la luz se hará más tenue y la radio se encenderá (o cambiará) a una emisora con música suave.
El responsable de este «hotel inteligente» es Fraser Hickox, un australiano residente en Hong Kong que durante dos años estuvo al frente de un equipo de 20 ingenieros que convirtieron el simple acto de alojarse en un hotel, en toda una experiencia tecnológica futurista. El valor de la noche ronda los 500€ por persona.
Vía ADNMundo