Es probable que al llegar a Estambul quedemos sorprendidos por el número de mezquitas que se encuentran en esta ciudad, al igual que en todo el territorio turco ya que la mayoría de los monumentos de Turquía son este tipo de construcciones religiosas.
Pero una de ellas es la que más se destaca por su majestuosa arquitectura, la Mezquita Azul de Estambul, la única que posee seis torres que se denominan alminares y cuyo exterior presenta un suave color añil.
Este magnífico edificio tiene su origen en el año 1603 y fue construída por orden del sultán otomano Ahmet I durante su reinado, logrando un sitio que es admirado por sus dimensiones y por su imponente y muy bien logrado estilo.
Esta hermosa mezquita puede ser visitada, sin importar su religión, por cualquier persona que desee apreciar su belleza resaltada aún más durante los días de sol, cuando los rayos penetran el interior a través de sus 260 ventanales.
Acceder a ella no tiene ningún costo, claro está que se puede realizar algún donativo que posibilitan su mantenimiento y además como todo sitio religioso se deben respetar algunas normas propias de la tradición islámica, como por ejemplo ingresar descalzo y no hacerlo con los hombros al descubierto ni con pantalones cortos.
Seguramente cuando llegues a Estambul no podrás dejar de advertir la Mezquita Azul y serás capturado por la magia y la paz de este hermoso e histórico lugar.
