Australia se caracteriza por la innumerable cantidad de lugares paradisíacos además de la posibilidad de realizar una gran variedad de actividades, pero sin lugar a dudas uno de sus mayores atractivos son las playas.
Y en este caso les propones visitar la Isla Fraser, un lugar que cuenta con una superficie de 125 kilómetros de longitud y 15 de ancho, y de más estar decir que el color de sus aguas es turquesa.
La isla de este país fue declarada patrimonio de la humanidad en 1992 y pertenece al The Great Sandy Nacional Park, y es la costa que cuenta con mayor arena del mundo, pudiendo observar dunas que alcanzan los 180 metros de alto.
La belleza de este entorno es incomparable y verdaderamente es un destino por descubrir y que cautivará a todos los visitantes.
Vía Las Escapadas