2234 kilómetros son los que separan a la isla más remota del mundo con la población más cercana. No, no os estamos contando una historia de fantasía o de ciencia-ficción, se trata de Tristán de Acuña, un archipiélago localizado en el océano Atlantico Sur. Y lo mejor de todo, es que tiene habitantes.
¿Cuál es el lugar más lejano del mundo? Sin duda alguna, Tristán de Acuña. Un archipiélago británico compuesto por varias islas que se encuentra en el Atlántico Sur. La población más cercana a su capital y única población, la cual tiene el mismo nombre que el archipiélago, se encuentra a 2234 kilómetros. Lo que le ha valido para entrar en el libro Guiness de los Récords como la isla más remota del mundo. Para muestra un botón. En el medio de la isla hay un cartel que apunta a varias direcciones indicando su distancia. Destacamos tres destinos de los que hay en el cartel: Santa Helena, que se encuentra a 2334 kilómetros, convirtiéndola en la población «más cercana»; Ciudad del Cabo, a 2778 kilómetros; y Sudamérica que se encuentra a 3300 kilómetros. Es normal que los 267 habitantes de Tristán de Acuña tengan una vida un poco peculiar.
Remota e inaccesible
Si sacásemos una regla en el globo terráqueo y sacásemos el punto intermedio entre Sudáfrica y Sudamérica, hayaríamos la localización de Tristán de Acuña. Llegar allí no es para nada sencillo. La isla no tiene aeropuerto ya que cuenta con escarpados acantilados y su pequeño tamaño no da para mucho más. Además la isla es de origen volcánico y en su interior alberga un gran volcán de más de 2000 metros de altitud que ha obligado a evacuar a sus habitantes en más de una ocasión, la última en 1962 debido a una gran erupción.
El único modo de llegar a Tristán de Acuña es en barco, pero tampoco es que sea sencillo. No hay muchos barcos que vayan al archipiélago regularmente, ya que el turismo es casi inexistente y el interés de los visitantes, al estar tan lejos de todo, es casi nulo. Solamente hay un barco que sale de Sudáfrica y va a Tristán de Acuña cada dos meses y el viaje dura 6 días. Además, hay hueco para poco más de una docena de personas, contando la tripulación del barco. Si a eso le sumamos que los habitantes de Tristán de Acuña tienen preferencia, el viajar a la isla es una auténtica lotería. Y no queda todo ahí, para viajar al archipiélago es necesario solicitar una autorización, la cual se te otorgará un año después de pedirla. Ahora después entenderéis lo de la autorización para poner un pie en la isla.
En conclusión, encima de remota también es inaccesible.
La vida en Tristán de Acuña
En Tristán de Acuña la vida es muy peculiar. Los habitantes de la isla se dedican principalmente a la agricultura y a la pesca, siendo el langostino, el principal motor económico del archipiélago. Los langostinos de Tristán de Acuña son valorados mundialmente por su calidad, sobre todo en Reino Unido. Otra cosa que deja mucho dinero en la isla, aunque parezca extraño, son los sellos. Miles de coleccionistas solicitan sellos de la población por ser una rara avis dentro de la numismática y se valoran por miles de dólares.
La moneda oficial se la población es la libra esterlina y el sueldo medio de cada habitante es de 225 libras, aunque en realidad pueden gastarse poco dinero ya que no tienen mucho en donde gastar. El único supermercado que hay en la isla está controlado por el ayuntamiento, y lo que se escape de su propia producción está a precios altísimos. La gasolina, algunos alimentos, el alcohol y otros caprichos alcanzan precios desorbitados ya que son productos importados y como ya sabéis, no es fácil llegar a la isla. De todas maneras eso no parece importarles ya que tienen la tasa de consumo de whisky más grande del mundo. Por media, cada habitante consume un litro de whisky a la semana.
Debido a su aislamiento y a la elevada endogamia, Tristán de Acuña se convierte en un lugar interesante para miles de científicos y estudiosos. Para que os hagáis una idea, en la isla solo existen 8 apellidos: Glass, Rogers, Hagan, Green, Patterson, Lavarello, Swain y Repetto. Al ser 267 habitantes, todos se conocen entre si, y trabajan para la misma empresa pesquera. Pero lo que más inquieta a los científicos es que el 50% de los habitantes de la isla padecen asma y tienen altos índices de glaucoma. Sin embargo, enfermedades comunes como los resfriados o gripes no existen salvo que sean visitados por algún enfermo que venga en algún barco.
En estos momentos, en Tristán de Acuña hay un ultramarinos, una emisora de radio local, una cafetería, un pub, un videoclub, un campo de golf y otro de tenis, un campo de fútbol y una piscina. Para conectarse con el mundo exterior poseen un teléfono vía satélite que es comunitario, aunque se están mejorando mucho las comunicaciones por Internet.
Yo no se si podría vivir en un sitio así, aislado de todo. ¿Vosotros podríais?