Suiza tiene muchas variantes para pasarla bien. En época invernal, las zonas de montaña son ideales para los amantes del deporte, ya que existen cientos de lugares donde esquiar y disfrutar de la nieve. Sin embargo, para los que prefieren la ciudad, los eventos culturales y las maravillas arquitectónicas son un lugar ideal para estas vacaciones.
En la zona de Argovia, por ejemplo, el Museo de Arte cuenta con una de las colecciones públicas más bonitas y completas de arte suizo desde el siglo XVIII hasta la actualidad. Además, la ampliación en 2003 a cargo de los arquitectos Herzog y De Meuron le dio el toque de modernidad que el lugar necesitaba.
Los puntos fuertes de la muestra son los grupos de obras de Caspar Wolf, Johaan Heinrich Füssli, Arnold Böcklin y la pintura de paisajes del siglo XIX. Y como si fuera poco se puede disfrutar de un resumen representativo de la historia del arte del siglo XX.
Ya se ha hablado de la gran cantidad de museos que están emplezados en Basilea: 40 en 40 kilómetros cuadrados, lo que ubica a la ciudad en el primer puesto en el mundo en esa faceta. Sin embargo, no se ha hecho hincapié en la belleza de esos museos locales, que presentan contrastes cautivadores en un casco antiguo muy bien conservado.
Las estrellas de la arquitectura local no son ni más ni menos que los propios Herzog y De Meuron, y además de contar con el museo de arte más antiguo de toda Europa, Basilea cuenta con un plus: el «Art Basel», el acontecimiento cultural del año, que entusiasma año tras año y cautiva a miles de espectadores que eligen el lugar para deleitarse.
Berna, la capital del país helvético, también ya dejó una huella indeleble en la historia del arte, y eso queda demostrado en la fascinación de grandiosos artistas como Goethe y Casanova por la ciudad. El Palacio Federal es el principal lugar donde se escribió y se seguirá escribiendo historia.
La ciudad cuenta con un cenador de 6 kilómetros de longitud, y el núcleo medieval fue construido en la península de Aare en el año 1191.En 1983 semejante belleza fue distinguida y declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Una figura como Albert Einstein vivió allí, en momentos en que trabajaba en la teoría de la relatividad.
La historia del lugar es sorprendente. Suiza tiene todo lo que el visitante pide en las vacaciones: deportes de invierno, nieve, buenos alojamientos, un sistema de transportes públicos excelente, ciudades hermosas y lo mejor del arte europeo. Por todo esto es que es el mejor destino. El único.