Francia es uno de los países europeos más elegidos para el turismo mundial. Ciudades como París y Lyon siempre figuran entre las más visitadas y se han creado numerosos paquetes de viaje que las incluyen, pero también hay otras localidades no tan conocidas que tienen encantos y maravillas propias. Brest es una de estas ciudades, una urbe de personalidad pesquera que en los últimos años ha crecido hasta convertirse en uno de los puntos de interés turístico en la región de Bretaña.
Lo primero que debemos visitar al llegar a Brest es la zona de los muelles. Esta zona no solamente recuerda los orígenes de la segunda ciudad administrativa de Bretaña sino que aloja hermosas postales de barcas, balizas y el faro de Finisterre. También están los astilleros navales y la goleta Recouvrance que forman parte de los elementos más emblemáticos para conocer la ciudad.
El castillo de Brest
Como toda ciudad de pasado medieval, Brest cuenta con su fortaleza. El castillo de Brest es´ta ubicado en la desembocadura del río Penfeld, justo en el centro del puerto naval. Tiene una antigüedad de casi 17 siglos y a lo largo de su historia ha servido como base militar, fortaleza defensiva y actualmente un punto de interés turístico y centro administrativo de la ciudad.
Museo de la Marina
Dentro del castillo también funciona el Museo de la Marina que se dedica a recoger objetos y relatos sobre el pasado de la ciudad, la vida en tiempos de la industria pesquera, las batallas navales y otros eventos importantes.
Oceanópolis
La atracción más importante de la ciudad, Oceanópolis es un parque acuático que explora a fondo la vida marítima. Está cerca del puerto deportivo y cuenta con más de 10.000 animales y 1000 especies venidas de todas partes del mundo.
¿Te gustaría conocer la ciudad francesa de Brest, con sus castillos, parques y museos?