Entre los múltiples destinos turísticos de Austria, Mariazell destaca por ser uno de los más visitados por los peregrinos. Es una localidad con un gran significado para los viajeros católicos de los países vecinos en el este.
Personas de Hungría y Bélgica suelen acercarse cada año para visitar el Santuario de Nuestra Señora de Mariazell. La ciudad está ubicada en las montañas de los alpes austríacos, en Estiria. Es un reconocido centro de peregrinación y relajación, con su paisaje urbano desarrollado en base al santuario. Es la casa de la Gran Madre de Austria y cada año recibe miles de peregrinos nacionales e internacionales.
La historia de Mariazell
Para entender la importancia de la localidad hay que remontarse al año 1157 cuando el monje benedictino Magnus fue enviado a la región para asumir la tarea de guiar pastoralmente a las personas de la región. Entre sus posesiones llevaba una estatua tallada en madera de la Virgen María.
Cuenta la leyenda que en su camino a Mariazell, un 21 de diciembre, se encontró con una gigantesca roca que le impedía el paso. Se dice que le rezó a la Virgen María por ayuda y milagrosamente la roca se partió en dos mitades permitiendo que siga su camino.
Al llegar a Mariazell el monje puso la estatua sobre un tronco y empezó a construir una celda de madera que sirvió como capilla y lugar de vivienda para él. La estatua poco a poco ganó fama hasta convertirse en una de las imágenes milagrosas más populares de Austria y hoy en día la visitan desde distintas localidades para consagrarse ante ella.
El santuario está compuesto por tres torres desde las que se puede ver todo el pueblo. La torre central es de estilo gótico y se preserva desde el siglo XIV, las otras dos son de estilo barroco y fueron construidas en el siglo XVII. ¿Te gustaría acercarte para conocer el Santuario de Nuestra Señora de Marzell?