Las costumbres de Navidad en Portugal resultan muy interesantes, y con lo cerca que está, bien merece la pena hacer una escapada para descubrirlas in situ.
La Navidad es un momento fantástico para viajar, tanto si te gusta celebrar estas fiestas como si no. Si eres muy navideño, te encantará poder conocer las costumbres que se tienen en otros lugares del mundo, celebrando así la Navidad de una manera diferente que sin duda te aportará mucho a nivel personal. Y aunque no te guste esta festividad, viajar esos días te vendrá bien para estar fuera de tu rutina y vivirlo a tu manera.
Si de viajar para conocer otras tradiciones navideñas se trata, nada como Portugal, nuestro país vecino, para poder hacerlo. Aunque estemos tan cerquita y podamos tener muchas cosas en común, lo cierto es que poco nos asemejamos en lo que hacemos durante la Navidad. Costumbres diferentes para celebrar lo mismo, la magia de vivir en cada lugar.
¡Hogueras navideñas!
Una de las tradiciones más curiosas de las navidades portuguesas es encender una hoguera en Nochebuena, tradición que lleva varios siglos y se sigue en cualquier rincón del país. Se trata de quemar leña o tocones de Navidad, y dicha acción representa el triunfo de la luz sobre las tinieblas. Dicen los portugueses que, cuanto más grande sea el tronco y más tiempo dure encendido, mejor será la buena suerte de cara al año siguiente.
También hay misa del Gallo….
Otra tradición que no falla es la misa del Gallo, la cual también tenemos en nuestro país. En este caso, es una tradición cristiana que tiene muchísima importancia para los católicos que están en todo el país y que se celebra el día de Nochebuena a las 7 de la tarde. Cuando termina la misa, se forma una especie de cola en la propia Iglesia con la gente que se queda para poder besar los pies al Niño Jesús, lo que se llama «Colagge». Después de esto, la gente suele ir a encender sus hogueras y ya a cenar a sus casas.
Cruces de harina
En Benquerença no se celebra la misa del Gallo, así que durante ese tiempo, los jóvenes recorren las calles de la ciudad con platos de harina para dibujar cruces blancas en las puertas de las casas. Según cuenta la leyenda, esta tradición nació cuando un soldado de Herodes, que buscaba a Jesús por las calles de Belén, marcó con harina la puerta en donde se escondía la Virgen María, para así saber a dónde tenía que acudir al volver. Para su sorpresa, cuando volvió con los demás soldados, descubrió que los vecinos habían marcado todas las puertas con la misma señal para que no pudieran encontrarla de nuevo.
La visita de Pai Natal
Conocido en tierras portuguesas como Pai Natal, este entrañable hombre de rojo es conocido por nosotros como Papá Noel. Su visita es imprescindible en Portugal en la noche del 24 de diciembre, más teniendo en cuenta que para ellos no existe la tradición de los Reyes Magos, por lo que no hacen regalos en la noche del 5 de enero.
¡Mercadillos navideños a tope!
Los mercadillos navideños tienen muchísimo allá donde se pongan, no importa el país, es un éxito asegurado. Si ya los mercadillos son un reclamo turístico fantástico durante todo el año, mucho más cuando llegan las fechas navideñas, donde la gente está más predispuesta a rascarse el bolsillo.
La pintoresca ciudad de Óbidos luce mercadillo navideño desde el 8 de diciembre hasta el 3 de enero, y es tan espectacular que se convierte en una villa navideña de los pies a la cabeza, ubicada además a los pies del castillo en el que está la fábrica de juguetes de Pai Natal. Ese castillo es un lugar mágico en el que los más pequeños pueden disfrutar de paseos en poni o en trineo.
En Lisboa puedes encontrar varios mercadillos navideños muy interesantes, repartidos por la ciudad y en los que puedes encontrar de todo. En estas fechas se celebra aquí un Maratón que es el más antiguo del país y que recorre algunos de los lugares más interesantes de la ciudad.
¿Y la Nochevieja?
Cuando llega el momento de despedir el año ya encontramos más similitudes con lo que hacemos los españoles, y es que, a la hora de salir de fiesta, apenas importa la nacionalidad. Antes de que llegue la gran fiesta, los lusos cambian nuestras campanadas y uvas por fuegos artificiales y pasas. Especialmente recomendable es pasar la noche de Fin de Año en Madeira, donde realizan un alucinante espectáculo pirotécnico que le tiene desde el año 2006 en el Libro Guiness de los Records.
Con más o menos diferencias en cada país y con sus propias tradiciones, lo importante es que a todos nos gusta hacer algo especial por estas fechas, sobre todo si es acompañados por nuestros seres queridos.