En Nueva York, este lugar se está convirtiendo en atracción gastronómica indispensable.
Las famosas galletitas Oreo (esas de chocolate con relleno blanco entre medio) nacieron aquí. Es que el gigantesco galpón que ocupa toda una manzana de Nueva York y que hoy se llama Chelsea Market fue el edificio de la National Biscuit Company, Nabisco, uno de los principales hornos de galletas, panes y bizcochos de Estados Unidos, hacia fines del siglo 19. Construido en 1890 en el vecindario de Chelsea, en los ’50 Nabisco se mudó y sólo a principios de los ’90 comenzó a gestarse la idea de un espacio gourmet.
En la actualidad, el Chelsea Market sigue oliendo a galletas recién horneadas y ofrece más de 20 propuestas gastronómicas, incluyendo panaderías, restaurantes con cocinas de diversos países, vinerías y hasta tiendas de regalos. La calidad de los diferentes puestos es pareja, así que la mejor recomendación es recorrer lentamente sus pasillos, comparar los aromas y decidirse por el que más tentaciones genere. De todas formas, hay algunos «esenciales», como el T Salon (con todo lo que un amante del té o el café necesitan) o la Manhattan Fruit Exchange (frutas y verduras de todas partes del mundo).
El sitio combina arquitectura moderna, con hierro y ladrillo a la vista como principales referentes, rincones art decó y elementos originales de la vieja National Biscuit, como los pisos, duetos en desuso, la señalética y otros objetos.
La oferta se completa con degustaciones (las hay prácticamente a diario), espectáculos de música en vivo y exposiciones de artistas emergentes. Conclusión: las Oreo deberían estar orgullosas. Su primera casa se ha convertido en una de las principales atracciones que brinda Nueva York.