Panamá es uno de los países más bellos que podemos llegar a encontrarnos en América Central, y como sucede con la mayoría de ellos, sus principales atractivos se encuentran directamente relacionados con el turismo de la naturaleza. En el territorio local, por ejemplo, entre los muchos parques que se encuentran entre los más preciosos de la región, destaca especialmente el Parque Nacional Caminos de Cruces.
En concreto, el mismo se halla situado en la provincia de Panamá, con la ventaja de que sólo lo separan de la capital del país 15 kilómetros, que podemos recorrer con cualquiera de los autobuses que parten desde la terminal local, y desde muchas otras paradas, en apenas media hora, una vez que ha sido establecido allí en el año 1992.
De la misma forma, se trata de uno de los parques con mayor extensión de esta parte del mundo, dado que posee una superficie de casi 4.600 hectáreas, en una de las regiones naturales más importantes de Panamá, dado que tiene como fronteras el Parque nacional Soberanía, al norte, y el Parque Natural Metropolitano, al sur.
Por este mismo motivo, se trata del parque, entre esos tres, que posee mayor cantidad de especies endémicas de animales y plantas, ya que muchas de ellas han ido avanzando a lo largo del tiempo, provocando que la diversidad biológica a nivel local sea realmente espectacular, y que motive la llegada de especialistas investigadores de todas partes del mundo.
Incluso, la variedad de la fauna y flora de este parque nacional pueden verse directamente contrastadas con el gran valor histórico y cultural del Camino de Cruces o Camino Real de la época colonial, que se conserva prácticamente intacto, y que propone a todo aquel que lo recorre, encontrarse con un trecho restaurado con su característico empedrado, que muchas de las principales empresas de turismo nos llevan a conocer.