Cerremos los ojos y adentrémonos en Valladolid, concretamente en Peñafiel. Es un municipio con una gran historia. iglesias, castillos, conventos, plazas y calles envuelven este pueblo y hacen que su visita sea necesaria. Yo estuve aquí hace unos años visitando a un familiar, tuve la suerte de que conocía muy bien todos los rincones de Peñafiel, por lo que disfrute esta visita enormemente.
Imaginaos que estáis en la Edad Media, dentro del Castillo de Peñafiel, con unas vistas increíbles. Desde esta fortaleza se controlaba toda la población así como los valles del río Duero, para ello esta situado en lo alto de un cerro. Su construcción data de principios del s. X.
Seguimos en la época del medievo, cerca del Castillo, divisamos la «Plaza del Coso», singular donde las haya, también llamada «Corro de los Toros». Tiene una forma rectangular y está rodeada de casas maravillosas, hechas de piedra y conservando los antiguos balcones arabescos de los s. XVIII y XIX, donde la gente veía los festejos taurinos.
Uno de los edificios más representativos es el Convento de San Pablo, se utilizó como mausoleo, en él mismo está enterrado Don Juan Manuel (sobrino de Alfonso X El Sabio). Fijaos bien en las capillas, de gran belleza con estilo plateresco, éstas datan del s. XVI.
Y como siempre, y porque lo creo importante, no olvidéis pasear por el Barrio de la Judería, donde apreciaréis el río Duratón. Era un barrio muy importante, veréis como las casas están apiñadas, esto se hacía para una mejor defensa en época de guerras. Barrio con mucho encanto, que os recomiendo que visitéis.
Imagen: diputaciondevalladolid
