Bremen es una de las ciudades más atractivas de Alemania, con una urbanización abierta hacia el mar, y que a través de su arquitectura y urbanismo deja constancia de sus 1200 años de historia, con tradiciones que se han hecho tan famosas como el celebre cuento de los Músicos de Bremen, esa simpática pandilla de animales conformada por un Asno, un perro, un gallo y un gato, de la cual existe un monumento en la actualidad, que inclusive se dice que da suerte si se le frota la pata al asno con las dos manos.
Pero las cosas para ver y hacer en la ciudad de Bremen son tan variadas, que hoy solamente hablaremos sobre algunos atractivos turísticos de Bremen.
Ayuntamiento de Bremen
Sin duda se trata de uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad, pues además de ser una edificación muy hermosa, especialmente con el juego de luces que la iluminan durante la noche, el Ayuntamiento de Bremen fue declarado en el 2004 como Patrimonio Cultural de la Humanidad, debido a su destacado valor artístico, constituyendo una verdadera joya de los estilos gótico y renacentista de principios del año 1400.
Así mismo, este lugar es perfecto para disfrutar de una comida al mejor estilo alemán, pues en el sótano del Ayuntamiento se encuentra el restaurante Bremer Ratskeller, donde además de algunos platos típicos, podrás disfrutar de la mayor cava de vinos alemanes.
Castillo Weserburg
Aquí se encuentra el Museo de Arte Moderno de Bremen, donde se podrá disfrutar de un impactante contraste con muchos de los atractivos tradicionales de la ciudad, pues en el Castillo Weserburg se exponen obras de artistas modernos que exploran conceptos del arte muy vanguardistas y radicales, y si se le suma el estilo futurista en que están montado los6000 metros cuadrados que componen al museo, la impresión final que se lleva cualquier visitante es de completo asombro y admiración.
El barrio de Schnooviertel
Mientras que este pequeño barrio, junto al río Weser, es la opción perfecta para revivir la historia de la ciudad durante los siglos XV y XVI, pues en este barrio la urbanización ha permanecido intacta, con casitas de madera apiñadas entre si y sobre callejuelas angostas y serpenteantes, que recorren tradicionales talleres de artesanos y los proliferas bares y cafés, así como pintorescas tiendas donde se podrá adquirir algún recuerdo de Bremen.