La T4 de Madrid, como la Terminal C de Barcelona, goza de un área de facturación exclusiva recientemente rediseñada. Esta remodelación se ha llevado a cabo para reducir los tiempos de paso por esta área y agilizar el proceso de servicio en vuelos de Madrid a Barcelona. Como primera medida, se ha incrementado el número de máquinas de autofacturación, con una ubicación mejor señalizada y facilitando la accesibilidad a las mismas. Además, cuentan con la supervisión directa de personal de Iberia especializado en atender al cliente y solucionar cualquier dificultad que se presente. Por otra parte, se ha aumentado el número de pantallas informativas para conocer la disponibilidad y los horarios de los vuelos.
En el Puente Aéreo se puede adquirir el billete en el momento, tanto en la oficina como en las máquinas exclusivas para ello. En estas últimas se ha incorporado una nueva funcionalidad que le facilita al cliente la tarjeta de embarque una vez adquirido el billete, simplificándole todo el proceso. Otra de las ventajas del Puente Aéreo es que dispone de un control de seguridad propio, por lo que el acceso a las puertas de embarque es inmediato a la facturación.
Pero quienes vayan con tiempo, podrán disfrutar de los servicios de la sala VIP si vuelan en Business o esperar cómodamente sentados en el punto de encuentro en el que tienen a su disposición una amplia selección de prensa diaria, económica, deportiva y El Universal, el periódico exclusivo para los clientes de Iberia. Asimismo, antes de pasar el control de seguridad, pueden tomar algo en la cafetería junto a los mostradores de facturación. Una vez a bordo, aterrizará en apenas 50 minutos en la Terminal C de Barcelona o en la T4 de Barajas, dependiendo del punto de origen.