Solamente me falta relataros de este viaje al paraíso de Italia, lo bien y lo mucho que comí.
Al tener la suerte de estar una casa particular, todo lo que comí era de casa, cocinado en el momento y por una expléndida cocinera: «la mamma» de mi amiga Ilaria.
Pero he visto un sinfín de restaurantes con menús y platos típicos con una pinta increíble.
Cerdeña se caracteriza por ser la región con una gastronomía bastante diversa del reto del país.
Sus quesos, exquisitos todos, son fuertes y con personalidad.
El pecorino, por ejemlo, es similar a lo que nosotros conocemos como parmesano, pero con un sabor más crudo. Es ideal para rallar encima de la pasta.
El Fiori sardo es uno de los más fuertes; un queso de oveja que se fabrica todavía con los métodos más tradicionales.
El Su casu marzu… este en realidad no lo probé. En este momento su producción está prohibida ya que no lo permiten las leyes de sanidad. Esto se debe a que está hecho con leche de cabra y unos gusanitos que continuaban vivos cuando te comías el queso. Los sardos dicen que es exquisito, y en realidad, no es imposible de conseguir. Es típico de la provincia de Nuora.
«Lumache«, es uno de los platos más típico de la isla. Son caracoles y la verdad, era la primera vez que los comía. Hay muchas recetas distintas; yo he probado «al sugo». LA vedad, después de la promera impresión de verle los cuernitos y eso al pobrecito caracol… es que estaba muy rico. Hice un mano a mano con la abuela de mi amiga y nos comimos media bandeja.
La pasta es el plato mítico del país, pero en Sardegna, tienen la suya propia. Los Culurgionis son una especie de macarrones más compactos, que se cocinan normalmente con un poco de carne y salsa. Muy muy rico.
Un producto exquisito y selecto que sabe increíble es la «Bottarga», es producto sacado de un pez mediterráneo llamado mújol. Este pez, en una determinada época del año, crea unas huevas muy resistentes y que por eso se pueden salar prensar, secar…. y después comer. Se prepara sobre todo en pasta y ensalada. Su olor y su sabor sola, es un poco fuerte, pero en un plato… es una delicia.
Hay mil recetas de pescado y marisco ya que parte de su economía deriva de la pesca.
Y por supuesto.. «il maialetto» un cochinillo al horno solamente condimentado con sal y planta de mirto que es INCREÍBLE.
La verdad es que he comido muy muy bien.
Y todo acompañado con vino sardo tinto, muy rico y dijerido después ayudándome con un poco de licor de mirto, es el licor más producido, consumido y exportado de la isla. Muy muy rico, la verdad, aunque hay que tener cuidado, porque es fuerte y pega…