Esta vez… terminamos en una capital: Pamplona-Iruña . Pasando por pueblos encantadores y paisajes místicos.
Después de descansar en Larrasoaña, iniciamos una etapa rápida y fácil con continuos sube y bajas. El único inconveniente son unos 750 metros de carretera en los que habrá que tener cuidado.
El primer pueblo que encontramos, pdremos contemplar la iglesia de la Transfiguración del Señor en la que es destacado el retablo mayor del siglo XVI, renacentista constituyendo una obra mixta de esculturua y pintura. Se trata de Akerreta, un pequeño pueblo lleno de verde y encanto.
Después Irot, con un puente romano, Zabaldika y un templo romanico: San Esteban, que supone además de interesante culturalmente, un área para descansar un poco, ya que está preparado para los peregrinos; Arleta, el siguiente pueblo, tiene dos importantes edificios: el Palacio del Señorío y la iglesia de Santa Marina.
Cuando entréis en Pamplona, entrad con ganas, porque realmente, hay que visitarla. Es la primera ciudad grande del camino y bien merece un par de días.
Entre sus joyas arquitectónicas tenemos «La plaza del castillo«, centro neurálgico de la ciudad. De esta plaza surgen callejuelas estrechas: es el Casco Viejo de Pamplona. Son casas en su mayoría del siglo XVIII en las que destacan balconadas, áticos, torretas y ventanales.
«La catedral de Santa María«, el edificio más emblemático de Iruña, con tesoros histórico-artísticos en su interior. Construida durante los siglos XIV y XV. Antes, en este recinto, había un templo románico y se cree que anteriormente la Pompaelo romana. Detrás de una fachada neoclásica, se esconde el templo gótico sobrio, inspirado en el francés de la Seo de Bayona. La principal maravilla es el claustro.
«La ciudadela y la vuelta del castillo» es una zona enorme y verde en el centro de la ciudad. Es de increíble belleza y convierte el centro en reconocible para todos. El interior de la Ciudadela constituye un agradable parque público solo abierto a peatones, con amplias praderas cruzadas por sendas, una plazoleta central con una fuente, bancos para el descanso, una pequeña zona de ocio infantil y una treintena de especies arbóreas.
El turismo gastronómico es ejemplar, no os vayáis sin un buen plato de carne de caza o unas alubias.
Además, la agenda cultural es amplia. En la página oficial del ayuntamiento www.pamplona.net, podréis encontrar todas las actividades, además de estudiar más a fondo las cosas que ver en esta capital foral.
Y ya sabéis… si vais en julio…. SAN FERMÍN…