En la plaza del Obradoiro y en otros lugares emblemáticos del Camino de Santiago aparecen personajes vestidos con el atuendo tradicional un año tras otro. Algunos son viejos conocidos en el ambiente jacobeo y muy queridos porque siempre transmiten alegría, amabilidad y buenos deseos mientras posan para la foto. La imagen clásica del peregrino es un tipo solitario, entrando en años, de luenga barba y cabellos revueltos, cubierto con una recia y pesada capa que usa de abrigo, manta y protección contra la intemperie, una esclavina de romero sobre los hombros, sombrero de ala ancha y un grueso bordón de brujo medieval.
El vestuario habitual del peregrino del s. XXI se aleja bastante de la vestimenta típica y usa productos de última generación, diseñados específicamente para senderismo o cicloturismo. La elección del vestuario peregrino puede seguir las mismas pautas que la ropa necesaria en una travesía senderista de varios días.
- Primera capa. Dos camisetas térmicas finas y ajustadas al cuerpo. Una de manga corta y otra de manga larga.
- Segunda capa. Dos camisetas de manga corta. Una para cada día. Hay que lavar una todos los días en los albergues.
- Tercera capa. Forro polar de manga larga y chaleco térmico con bolsillo en el pecho para el móvil. El chaleco se puede usar también sobre las camisetas térmicas de la primera capa.
- Cuarta capa. Chubasquero cortavientos, impermeable y transpirable con capucha.
- Cabeza y cuello. Dos buff, uno normal y otro polar.
- Manos. Un par de guantes finos.
- Piernas. Un pantalón corto y otro largo.
- Ropa interior. Un juego y otro de repuesto.
- Pies. Calcetines técnicos de senderismo. Un par térmicos para los días fríos y dormir con ellos en los refugios sin calefacción.
Espero que os sirva de mucho en vuestra andada por el Camino de Santiago.
Imagen: hitosdelcamino