Escocia posee muchas ciudades curiosas, y que llaman la atención por el encanto y misticismo que se desprende de sus cascos históricos, pero sin dudas que pocas se comparan con Aberdeen, la tercer población en importancia del país, que es más conocida como la “ciudad plateada de Aberdeen”, debido a la curiosa coloración grisácea que ostentan gran parte de los edificios antiguos de la localidad.
Un paseo por la ciudad plateada
Esta denominación se debe a que gran parte de Aberdeen está construida con granito gris, un mineral muy abundante en la zona que se utilizó como principal elemento de construcción desde el siglo XVIII hasta bien entrado el siglo XX, por lo que no ha de sorprendernos que desde los grandes castillos y edificios de gobierno, pasando por casas más modestas, y hasta el empedrado de las calles, exhiban ese curioso tono gris brillante que le aporta un halo de magia y misterio a cualquier recorrido que se realice por la zona histórica de la ciudad.
Comenzando por la Town House, toda una postal de la ciudad originara del siglo XIX, en este recorrido se puede apreciar de hermosos edificios como el Music Hall y el Trinity Hall, la sede del Banco Nacional de Escocia, el Town and Country Bank o las antiguas oficinas del Northern Assurance Company, todos los cuales se emplazan en las calles Castle Street y Union Street.
Ciudad de jardines
Y si algo caracteriza a Aberdeen además de su estructura urbana, eso es el atractivo conformado por sus numerosos jardines y parques públicos, que le han valido la victoria en 10 ocasiones de la Competencia Británica de Jardines.
Parece asombros leer que en los espacios públicos de Aberdeen pueden encontrase más de 11 millones de flores de narciso, así como dos millones de rosas cultivadas, entre muchas otras especies que le dan vida y color a los 45 espacios públicos de Aberdeen, por lo que si se visita esta ciudad de Escocia, sin duda que no puede dejarse de dar un paseo por sus jardines.