Alexander von Humbolt dijo de él que se trataba de uno de los lagos más hermosos del mundo, y además de tener esta observación mucha relevancia dado el gran conocimiento que del mundo poseía el investigador, tal apreciación puede comprobarse y compartirse por cualquiera que visite el lago Atitlán y se deslumbre con sus azules paisajes circundantes.
Ubicado en la bellísima Guatemala, el Atitlán es considerado uno de los lagos más profundos de América Central, con una media que ronda los 340 metros, y actualmente se considera un destacado atractivo del país, pues la belleza paisajista que puede observarse en este lugar hace que turistas de todo el mundo se desplacen hacia Guatemala para admirarlo.
Espejo de volcanes
Pero el lago Atitlán no solo sirve para reflejar la característica figura del volcán homónimo, sino que también la de dos volcanes más que se levantan a sus orillas, el San Pedro y el volcán Tolimán, el cual es considerado aún activo, mientras que el volcán Atitlán produjo su última erupción en el año 1853, aunque no se sabe si realmente fue la definitiva.
Cultura y leyendas mayas
Y si hablamos de Guatemala, difícilmente algo no tenga que ver con el mundo maya, y en el caso del lago Atitlán, cuya palabra significa “en el agua”, es una denominación dada por los antiguos mayas al que consideraban un Dios que había decidido descansar sobre las aguas del lago.
Actualmente son muchos los poblados y aldeas que se ubican en las proximidades del Atitlán y de los volcanes, y que aún mantienen intactas muchas de las costumbres mayas, por lo que resultan perfectas para explorar y deleitarse con su bonita artesanía típica, como las cerámicas o lo tejidos, o tomar un momento de respiro mediante un energético platillo local.
La ciudad de Panajachel es un buen punto para acceder a varios de estos pueblos, mientras que algunos, como Jaibalito y Santa Cruz La Launa, solo son accesibles atravesando el lago en una embarcación, lo que por otra parte, le añade mayor atractivo a la visita del lago Atitlán.