Los juegos olímpicos han sido, históricamente, una inagotable fuente de noticias por la envergadura de sus atletas o por el interés que suscita el medallero una vez iniciadas las competencias. Pero también han sido en varias ocasiones testigos de desagradables incidentes producto de infaltables conflictos políticos.
Cuando China fue designada sede de los JJOO 2008 no imaginaba que sus esfuerzos logísticos requerirían una dosis extra de «seguridad». La llama olímpica aún no ha ingresado a territorio chino y ya ha generado polémica y algunos enfrentamientos.
Fue encendida oficialmente el lunes pasado en Olimpia (Grecia), ocasión que aprovechó la organización francesa Reporteros Sin Fronteras (RSF) para manifestarse en contra de la represión china en el Tibet.
Es por eso que las autoridades chinas temen que la llegada de la antorcha olímpica a la Plaza de Tiananmen el próximo lunes, genere nuevos conflictos y han reforzado las medidas de seguridad. El recorrido del simbólico fuego olímpico comienza el próximo 2 de Abril y antes de su regreso a Pekín para inaugurar oficialmente los JJOO 2008, recorrerá las principales ciudades del mundo en un circuito que ya se anuncia complicado pues se esperan manifestaciones de movimientos pro Tíbet en París, Londres y San Francisco.
Durante su periplo, la llama deportiva pasará tambiénpor el Tíbet, en lo que se esperaba fuera un momento de gran emoción puesto que llegará por primera vez hasta el Monte Everest, el más alto del planeta. Esto habría de suceder en Mayo próximo, pero manifestantes de todo el mundo han anunciado su intención de sabotear esa ceremonia.
El exiliado gobierno del Tíbet, a cuya cabeza se sitúa el propio Dalai Lama, está complicando las cosas al gobierno de China, que de todos modos organizó una visita diplomática a la región para dar muestras al mundo de una «aparente calma». Sin embargo nuevos incidentes se registraron en Lhasa, la capital tibetana y su responsabilidad fue adjudicada «al Dalai Lama y su pandilla», señaló – despectivamente – el gobierno de Beijing.
El mundo mira con atención los acontecimientos pues muchos países no descartan la posibilidad de cancelar su presencia en las olimpíadas. ¿El deporte? Bien, gracias.
Vía ADNMundo