La llegada de la vacuna ha traído la esperanza para todas aquellas personas que les gusta viajar pero que en los últimos meses ha visto como se tenían que quedar en casa por seguridad. Para el próximo verano, se espera que se recupere algo la normalidad, aunque esta aún no será como la que teníamos antes de la pandemia, aunque nos podremos encontrar lugares donde esa normalidad se parezca mucho a la de antes, donde la mascarilla no sea obligatorio o solo en ciertos casos. Por este motivo, el buscador de vuelos y hoteles jetcost ha elaborado un listado de destinos donde viajar sin mascarilla.
Los destinos más seguros
España abierta
Una vez que se levante el estado de alarma, los españoles podremos movernos por todo el territorio. Muchos lo aprovecharán para conocer lugares nuevos. De esta forma, todo apunta a que el 90% de los usuarios apostarán por el turismo local. Además de esto, a partir de julio se utilizará el certificado verde digital, para animar a todos los turistas del mundo a visitar nuestro país. También se ha acogido con interés la «maravillosa» noticia de que los turistas estadounidenses vacunados podrán entrar en la Unión Europea.
Israel, un Muro lleno de lamentaciones
Ha sido uno de los países que más rápidamente ha vacunado a su población que ya lo está casi en un 80 %, a punto de conseguir la inmunidad de rebaño y el primero (junto con algunos lugares de Estados Unidos y Gibraltar) que ha autorizado pasear sin mascarilla. Desde finales de mayo se podrá viajar libremente siempre que se trate de turistas en grupo (los turistas individuales tendrán que esperar) y un cupo de 3.000 pasajeros diarios, vacunados contra la COVID-19 y que además presenten una PCR negativa previa el inicio del viaje, también tendrán que hacerse un test serológico al llegar a Israel aunque este último requisito podría desaparecer si finalmente se llega a algún acuerdo respecto al carnet de vacunación. Quienes sí pueden disfrutar de toda la oferta hotelera, de restauración y de ocio son los israelíes que han recibido su cartilla verde, un carnet de vacunación que se les entrega una semana después de haber recibido la segunda dosis de la vacuna.
Los felices visitantes podrán comprobar el aumento de papelitos con peticiones entre los huecos del Muro de las Lamentaciones en Jerusalén ofrecidos durante los duros meses de pandemia en el lugar más visitado de la ciudad. También disfrutarán de la animación de Tel Aviv y de los mágicos barros y aguas del Mar Muerto en los muchos balnearios que hay en sus orillas.
Egipto, a la espera del Gran Museo
El vecino Egipto también se abre al turismo con pocas limitaciones. Con una incidencia de solo 6,3 por 100.000 personas y relativamente pocos casos de Covid, en un país que tiene más de 100 millones de habitantes, el país de los faraones trata de dar facilidades a sus visitantes. No es necesaria cuarentena, aunque se debe presentar una “tarjeta de salud pública” a la llegada y prueba PCR negativa. En las localidades del Mar Rojo, si no se tiene la PCR, se hace al llegar.
Las pirámides que llevan más de 3.000 años contemplando impertérritas del discurrir de la Humanidad y que han visto de todo, esperan ahora ansiosas a su nuevo vecino el Gran Museo Egipcio, el mayor museo de Arqueología del mundo, que competirá con el Museo Nacional de la Civilización Egipcia donde hace poco se trasladaron 22 momias reales en un espectacular desfile, y donde se mostrarán decenas de miles de piezas. Se inaugurará previsiblemente en 2021, pero aún no hay fecha concreta.
Chipre, bajo la protección de Afrodita
Los turistas vacunados de Reino Unido han sido los primeros en ser invitados a visitar Chipre sin someterse a cuarentenas ni pruebas Covid a partir del 10 de mayo, para el resto, y hasta 65 países las autoridades chipriotas han introducido un nuevo régimen de clasificación de países para determinar las restricciones de entrada al país. Las personas procedentes de España (Categoría Roja) pueden acceder libremente si están vacunados o llegar provistos de un test PCR negativo realizado 72 horas antes del inicio del viaje y someterse a una segunda prueba a su llegada a los aeropuertos de Larnaca o de Pafos. Hasta que no se obtenga resultado del test, el viajero debe guardar aislamiento. Algo parecido hace la vecina Grecia.
Los que lleguen a esta isla comprobarán por qué la diosa Afrodita decidió nacer en este bello entorno surgiendo de las aguas de una de sus playas seductoras, al pie de crestas de montañas perfumadas, y rodeadas de viñedos salpicados de olivos y ruinas antiguas, huertos de cítricos y pueblitos de piedra por donde el dulce vino corre tan libre como las conversaciones del café local. También verán que Chipre, es hoy un país moderno con un destacado patrimonio histórico y cultural y una evidencia viviente de las rutas de la cultura europea. Su pueblo ha logrado combinar su orgullosa historia y su herencia cultural con una infraestructura ultra moderna y un estilo de vida cosmopolita.
Tailandia, del paraíso Phuket a la bulliciosa Bangkok
Tailandia ha optado por abrir por etapas a los turistas vacunados, con Phuket como destino piloto, en el que la isla puede ser visitada desde el 1 de abril con una cuarentena de siete días que permite actividades turísticas de ocio en áreas específicas. Además se requiere un seguro de viaje que llegue hasta los 100.000 dólares y reserva en firme de hotel. Los siguientes serán Krabi, Phang Nga, Ko Samui, Pattaya y Chiang Mai. Bangkok y su bulliciosa actividad tendrá que esperar. Tailandia acaba de lanzar el nuevo centro de información online “Entry Thailand” para visitantes internacionales vacunados.
Los que logren entrar en Tailandia descubrirán que cada provincia contiene sus propios atractivos culturales, históricos y naturales únicos, desde las montañas del norte, repletas de vida silvestre y el hogar de tribus exóticas como las “mujeres jirafa” con sus largos cuellos abrazados por decenas de aros, a los llanos centrales, denominados el «Plato de Arroz de Asia», o la meseta del noreste que se extiende hasta el río Mekong en la frontera con Laos y las espectaculares playas e islas del sur, como Phuket, Krabi o Koh Samui, entre otras muchas.
Seychelles, el paraíso abierto
Se trata del único país del mundo, junto con Israel, que tiene a más de la mitad de su población a día de hoy ya vacunada y ha abierto sus fronteras a todos los turistas que hayan recibido las dos dosis y después de dos semanas desde el último pinchazo, además deben presentar una PCR negativa, un seguro médico y reserva en un alojamiento que esté acreditado. Medidas adicionales que se suelen aplicar en muchos otros destinos.
Unos cuantos islotes, perdidos en el Índico, se han convertido en santuario de miles de animales y el último refugio de especies vegetales próximas a la extinción. Son también el Paraíso encontrado de unos pocos afortunados humanos. Flora y fauna convierten las Seychelles en un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza, en un lugar perfecto para el descanso. Porque, a decir verdad, hay poco más en ellas. Sobre sus 1,3 millones de kilómetros cuadrados (casi tres veces la superficie de España) de plataforma marítima, apenas 455 son tierra firme (menos que Ibiza) y la mitad es zona protegida, repartida entre 115 islas, muchas de ellas deshabitadas y en las que la vegetación cubre casi todo. Algunas casas aisladas, pequeños grupos de viviendas, como Victoria, probablemente la capital más pequeña del mundo, y los hoteles constituyen los único reductos humanos.
Polinesia, de paraíso en paraíso
Para combatir el infierno a que nos ha llevado la pandemia, nada como recuperarse en algunos de los pequeños paraísos que se abren al turista. Ya hemos visto Seychelles, ahora toca otro un poco más lejos: la Polinesia francesa. Tahití registra tres veces menos de fallecidos a causa de la COVID-19, por millón de habitantes, que Francia. Un nuevo protocolo que acaba de ser aprobado permite la llegada de turistas vacunados o inmunizados desde el 1 de mayo, aunque se mantiene el toque de queda a las 9 de la noche y hay restricciones para moverse libremente.
Viajar a Polinesia Francesa es uno de esos regalos que todos deberíamos hacernos al menos una vez en la vida. Quizá una experiencia que, tras el largo confinamiento, las sucesivas olas y la excepcionalidad de los últimos meses, sea más necesaria y valorada que nunca. Pero visitar las Islas de Tahití, es disfrutar de uno de los entornos más espectacularmente bellos y diversos del mundo, y supone impregnarse del «mana”, esa fuerza cósmica que surge del corazón polinesio y que simplemente envuelve y renueva todo. Una buena ayuda para evadirse del presente y soñar con el futuro. Desde el primer minuto que tus pies pisan Tahití y una sonriente tahitiana ataviada con su tradicional pareo y su cálida sonrisa extiende un collar de olorosas flores sobre tu cabeza acompasado con el tradicional “Ia Ora na e manava” –hola y bienvenido– comienzas a sentir algo extraño que poco a poco invade cada parte de tu cuerpo.
Maldivas, no hay dos sin tres
Ya llevamos dos paraísos para la próxima escapada, falta el tercero: Maldivas. Las Recomendaciones de Viaje a Maldivas del Ministerio de Exteriores indican que Maldivas está abierta al turismo. Todos los turistas y viajeros con visado de corta duración deben presentar un certificado de vacunación o PCR negativo realizado durante las 96 horas previas a la salida hacia Maldivas. Las facilidades para viajar a las islas desde España mejoran este verano ya que, según informa jetcost.es, Iberia ha anunciado dos frecuencias semanales para julio y agosto, señal de que será fácil viajar allí.
Pensar desde la ventana de casa durante el largo confinamiento obligatorio o voluntario en playas de arena blanca rodeadas de palmeras, aguas cristalinas, alojamientos sobre el mar, espacios solitarios y exclusivos, arrecifes de coral, peces de todos los colores y magnífica gastronomía puede parecer un sueño tras la pesadilla que estamos viviendo. Es un sueño, sí, pero puede convertirse en realidad antes de lo que se piensa. Un paraíso tropical que envuelve de belleza los lujosos hoteles que las habitan. En Maldivas no existen el tiempo ni las obligaciones. La única norma es disfrutar.
Islas portuguesas, las más seguras de Europa
Aunque se mantienen las restricciones de viaje entre España y Portugal, y la alta incidencia en ambos, curiosamente los dos archipiélagos lusos están entre los destinos más seguros para viajar en la era Covid, debido a su escasa población, los pocos casos de contagios y que se trata de destinos en los que el punto fuerte es la naturaleza. Eso sí, es necesario presentar una PCR negativa realizada en las últimas 72 horas antes del embarque. Además de manera obligatoria deben rellenar un encuesta epidemiológica de la Autoridad Regional de Salud.
Madeira es reconocida mundialmente por la belleza de sus paisajes y su exuberante naturaleza. El uso de máscara en las playas, durante las actividades deportivas (paseos por las levadas, trekking, senderismo, ciclismo…) no es obligatorio. Madeira está rodeada por el océano, que aporta aire puro hasta cien veces menos cargado de gérmenes que el aire que respiramos en las capitales europeas. Jardines tropicales, playas de ensueño y uno de los acantilados más grandes del mundo, son alguno de los innumerables atractivos de esta región.
Por su parte las nueve islas diferentes del archipiélago de Azores, combinan tradición y modernidad, una gastronomía muy especial y un paisaje natural único que no se encuentra en ningún otro lugar. La naturaleza, y ser siempre bien recibido, de forma sostenible, nunca en contra de la naturaleza, siempre conectado con ella.
Croacia, la excepción europea
Con dos veces menos casos graves de Covid-19 por millón de habitantes que los países más afectados, Croacia puede verse como un destino seguro en Europa. El país también ha establecido una especie de mapa de semáforo. Así, si uno viene desde un estado o región de la Unión Europea que no esté en verde en la lista del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ahora toda España está en rojo o amarillo), tendrá que haceree una prueba PCR en las 48 horas antes del viaje o hacérsela al llegar a Croacia y permanecer aislado hasta que salgan los resultados. Si se está vacunado, todo lo que se necesita hacer para entrar a Croacia es presentar un certificado de vacunación COVID-19 y completar el formulario de entrada a Croacia.