La Abadía de Westminster, una de las iglesias más visitadas del mundo, es el sitio de coronación y sepultura de los monarcas británicos. Su estructura gótica se eleva en el sitio de la antigua basílica y fue mandada a construir por Enrique III en el año 1245.
Sus paredes han presenciado numerosos sucesos históricos y es el lugar donde descansan en paz los restos de personajes célebres como Winston Chuchill, Charles Darwin, Isaac Newton y Rudyard Kipling, entre otras personalidades de diferentes ámbitos.
En su interior, de perfecta acústica, se pueden observar exquisitas esculturas del siglo XIII y la silla de coronación construída en roble por orden de Eduardo I y ha estado presente en todas la coronaciones desde su reinado.
Por supuesto que también tiene algunas curiosidades como por ejemplo la «piedra del destino«, piedra de coronación escocesa que permaneció históricamente debajo de la silla de madera y que ha formado parte de las ceremonias fue devuelta en 1996 por el gobierno a Escocia y emplazada en el Castillo de Edimburgo.
Otro detalle que llama la atención es que la cantidad de visitantes se ha incrementado en un 300% desde que se televisaron los servicios fúnebres de la Princesa Diana, oportunidad en que el público descubrió el interior de esta majestuosa iglesia británica.
Vía│BBC Mundo