Mejores destinos europeos para disfrutar del queso

Los mejores quesos de Europa

El turismo gastronómico, o la curiosidad por conocer nuevos sabores, en muchas ocasiones son los determinantes a la hora de escoger el destino de las próximas vacaciones, por lo que algo tan básico en la gastronomía mundial como lo es el queso no podía menos de tener muchas variedades originarias de todas partes del mundo, y por ello hoy te hablaremos de los mejores destinos europeos para disfrutar del queso.

Queso Cheddar

Considerado una de las variedades más finas de queso, el Cheddar es producido artesanalmente en el condado de Somerset, Inglaterra, por lo que si visitas esta región inglesa no puedes dejar de degustar una sabrosa muestra de estos quesos.

Queso Parmesano

En este caso se trata de uno de los más famosos quesos italianos, concretamente oriundo de la ciudad de Parma que le da el nombre, y la cual es experta en el complejo proceso para elaborar esta rica variedad de queso, que puede encontrase en distintas variedades saborizadas con nueces, frutas o especias.

Los mejores quesos de Europa

Queso Roncal

Pero si vamos a hablar de quesos con tradición, seguramente ese puesto será indiscutidamente para el queso español de Roncal, el cual ha sido producido en Navarra desde hace más de 3.000 años, siguiendo una estricta receta en base a leche de oveja que seguramente te brindará un nuevo sabor gastronómico difícil de olvidar.

Queso Roquefort

Considerado como el estandarte de los quesos azules, el Roquefort es uno de los quesos franceses más distinguidos, con un inconfundible sabor y un aroma bastante fuerte, que complementan su consistencia cremosa, ideal para acompañar todo tipo de comidas, por lo que si tu próximo destino es Francia, y especialmente alguna localidad del interior, no puedes dejar de probar este famoso queso roquefort.

Queso Gruyere

Gruyere suena a francés, pero en realidad esta variedad de queso es originaria de la pequeña Suiza, donde existen varias recetas tradicionales para prepararlo y dotarlo de distintos sabores, como pueden ser los afrutados, con gusto a manteca, ligeramente picantes pero de una textura suave que permite su máxima degustación. Solo imagínate reposar en una cabaña de madera, con una copa de vino y el increíble paisaje de los Alpes, junto a una tabla de queso Gruyere, suena atractivo ¿verdad?

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