Si hay algo que genera cierta atracción y curiosidad cuando se habla de Inglaterra es todo aquello relacionado con la monarquía de ese país, ya sea por su formalidad o simplemente para admirar su estilo de vida.
Uno de los sitios emblemáticos de esta tradición es el Palacio de Buckingham situado en Londres y que constituye una de las principales muestras de la riqueza con que cuenta la realeza británica.
Esta magnífica construcción no ha sido siempre la Residencia Real, sino que se trata de un edificio que funcionó como hotel hasta mediados del siglo XVIII y que fue adquirido por el Rey Jorge III convirtiéndose en la morada oficial a partir del ascenso al trono de la Reina Victoria.
En los años posteriores fue ampliado y remodelado hasta llegar a lo que es en la actualidad, logrando mayor elegancia y suntuosidad. Cuenta con 19 salas de Estado donde pueden observarse maravillosas obras de arte, como por ejemplo, pinturas de Rubens, Rembrandt, Canaletto y Poussin, también porcelanas de Sèvres y un número importante de objetos decorativos propios de la Belle Èpoque y de origen chino.
Si tu estadía en Londres coincide con los meses de verano, haz lo posible por acercarte al Palacio de Buckingham, ya que en esta época es posible ingresar y admirar desde los bellos jardines hasta el majestuoso interior a través de visitas guiadas. Otro de los atractivos principales es el famoso cambio de guardia, que se desarrolla en la puerta principal todos los días a las 11.30 de la mañana, brindando durante 45 minutos un espectáculo único.
Vía│Escapadas Europa