Las hermosas playas de Portugal y sus ciudades y aldeas históricas forman parte de los recorridos turísticos más visitados por los españoles. Además de recorridos maravillosos por los secretos de Oporto, también se esconde belleza y paseos inolvidables en territorio de Marialva. Es una feligresía de Meda con importantes monumentos que aún hoy perduran.
La aldea fue construida a 580 metros sobre el nivel del mar, fue habitada en principio por una tribu lusitana, luego por los invasores romanos y finalmente por los árabes hasta que fue recuperada de forma definitiva para la corona portuguesa.
El rescate de Fernando Magno
En el año 1061 los árabes tenían el control total de la región pero Fernando Magno la recuperó y la bautizó con el nombre de Marialva. El sitio pasó a ser una de las fronteras más importantes con el resto de los reinos europeos y de esa época es el magnífico castillo que hoy corona la parte antigua de la ciudad, la zona amurallada que esconde el casco antiguo de uno de los centros turísticos culturales más bellos de todo Portugal.
En el centro del castillo de Marialva está la Torre del Homenaje, a su lado una iglesia dedicada a Santiago que se remonta al siglo XVI y las ruinas de una antigua cisterna. Los muros del castillo que quedan en pie son irregulares, antiguas habitaciones y desniveles ocasionados por la geografía de la aldea.
Marialva está construida en lo alto, es de difícil acceso y sus caminos empedrados hoy siguen rodeados por los edificios góticos que nos llevan directamente a la plaza medieval. Los edificios de la antigua cárcel y el tribunal dan cuenta de las prácticas para mantener el orden en el pasado, pero l ciudad no cayó en el olvido porque aún hoy se sigue realizando la peregrinación cada 25 de julio.