A través de una encuesta realizada por TripAdvisor a más de 1.500 usuarios de Internet, está previsto que este nuevo año habrá un aumento claro de la tendencia a viajar solos, si aunque no lo creas los españoles también viajan solos.
El 43,5% de estos viajes ya lo han hecho sin compañía para tener más libertad, independencia o por viajes de negocios. Formentor, A Royal Hideaway Hotel es un destino ideal para aquellos huéspedes que busquen pasar unos días tranquilos donde puedan obtener excelentes resultados tanto de su trabajo como de su tiempo de ocio. El hotel propone una escapada de contrastes que combina relax y aventura en la que disfrutar cuidándose y descargando adrenalina.
El día comienza con un gran desayuno mediterráneo en El Colomer que permite coger fuerzas para las actividades que se desarrollarán en el día. Después de un tiempo de relax en una de las camas balinesas que se encuentran en la playa, el huésped podrá elegir entre uno de los deportes acuáticos con instructor. Los más demandados son el Flyboard, una tabla a propulsión de agua que permite propulsarse por debajo del agua y volar hasta 12 metros de altura; y el Jet Ski. Para ambas se pone a disposición una cámara GO-Pro con Slow Motion HD que permite grabar la experiencia en primera persona y llevarlo de recuerdo.
Después de descargar adrenalina toca reponer fuerzas con vistas a la bahía en el restaurante Platja Mar dentro del Barceló, que combina show cooking de pescados y carnes con un buffet de cocina mediterránea. Junto al restaurante se encuentra el Centro de Masajes del hotel, donde se podrá disfrutar de un masaje relajante a pie de playa mientras se hace tiempo para la siguiente actividad. Como colofón final Formentor, A Royal Hideaway Hotel, propone una excursión en helicóptero que permite conocer cada rincón de la isla de Mallorca desde las alturas.
Para finalizar el día la cena se realizará en El Pi, un extraordinario restaurante situado frente a la piscina del hotel que convierte cada cena en una experiencia excepcional. Sin duda, El Pi es uno de los restaurantes más destacados de la isla en el que degustar la cocina clásica local con toques creativos, un placer para todos los sentidos.